Los guardacostas turcos han declarado que seis migrantes, entre ellos dos bebés, han muerto tras ser empujados a aguas turcas por las fuerzas griegas.
Los migrantes dijeron a los guardacostas que pidieron ayuda a las fuerzas de seguridad griegas tras quedarse sin combustible, informa el New Arab, cerca de la isla griega de Rodas.
Los trasladaron a una embarcación griega, les quitaron sus objetos de valor y los dejaron a la deriva cerca de aguas turcas.
Se cree que partieron de Trípoli (Líbano) el sábado y se dirigían a Italia.
Los grupos de derechos humanos llevan meses poniendo de relieve los rechazos ilegales, en los que las autoridades griegas han dejado a los solicitantes de asilo a la deriva en el mar sin chalecos salvavidas para evitar que pidan asilo allí.
Human Rights Watch ha documentado cómo los guardacostas griegos han dañado y desmontado los motores de sus embarcaciones, les han quitado el combustible y han pinchado las embarcaciones para luego dejarlas cerca de las aguas territoriales turcas.
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A principios de este año, los cuerpos de 19 refugiados fueron encontrados sin ropa, zapatos ni pertenencias tras morir congelados cerca de la frontera greco-turca, y Ankara acusó a Atenas de empujarlos de vuelta a la frontera.
En julio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que las autoridades griegas no habían hecho todo lo posible para proteger a 11 mujeres y niños que murieron frente a la isla griega de Farmakonisi en enero de 2014 en una operación de expulsión.
Los supervivientes dijeron que un barco de la Guardia Costera griega remolcó la embarcación de 28 afganos y sirios hacia Turquía a gran velocidad y con mal tiempo, y la embarcación volcó. Posteriormente, algunos de los supervivientes fueron registrados al desnudo en público.
El tribunal también consideró que no se había llevado a cabo una investigación exhaustiva de lo ocurrido.
En febrero, el ACNUR registró casi 540 incidentes denunciados de rechazos por parte de Grecia desde principios de 2020.
La agencia de la ONU para los refugiados dijo estar "profundamente preocupada por el creciente número de incidentes de violencia y graves violaciones de los derechos humanos contra refugiados y migrantes en varias fronteras europeas, varios de los cuales han provocado trágicas pérdidas de vidas."
Varias organizaciones de derechos humanos han acusado a la agencia de control de fronteras de la UE, Frontex, de ser cómplice de estos empujones, acusándola de no tomar medidas cuando se le presentan denuncias de empujones y de ocultar pruebas.
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