Benjamin Netanyahu acusó ayer al primer ministro israelí, Yair Lapid, de rendirse ante las amenazas del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en relación con el disputado yacimiento de gas de Karish, en el mar Mediterráneo.
"Lapid se plegó totalmente ante las amenazas de Nasrallah", dijo el líder de la oposición israelí en Twitter. "Quiere entregar el gas a Líbano, un campo de gas que vale miles de millones de dólares". Netanyahu afirmó que Nasrallah venderá el gas y comprará cohetes.
"Con vuestra ayuda el 1 de noviembre", dijo el ex primer ministro en un vídeo de llamamiento a los votantes israelíes, "el Likud bajo mi liderazgo sustituirá el débil y peligroso gobierno de Lapid por un gobierno estable de derechas para los próximos cuatro años. Un gobierno que devuelva la seguridad y la dignidad nacional a Israel".
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Lapid respondió diciendo que el vídeo de Netanyahu era "terriblemente irresponsable" a nivel nacional. "Se están llevando a cabo complejas negociaciones en Estados Unidos... Esto perjudica las negociaciones de Israel y daña nuestra seguridad, nuestros intereses diplomáticos y económicos".
Un portavoz del primer ministro dijo a principios de esta semana que Israel cree que es posible y necesario llegar a un acuerdo sobre la frontera marítima entre Líbano e Israel. "Esto puede hacerse de manera que sirva a los intereses de los ciudadanos de ambos países".
Se están llevando a cabo negociaciones indirectas para determinar la frontera marítima entre Israel y Líbano. El líder de Hezbolá ha amenazado con responder si Israel intenta extraer gas del yacimiento de Karish antes de que se haya alcanzado un acuerdo sobre la frontera.
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