Hacer sonar el cuerno judío en la mezquita de Al-Aqsa es una "falta de respeto" a los 1.700 millones de musulmanes del mundo, declaró ayer el sheij Kamal Al-Khatib, jefe adjunto del Movimiento Islámico en Israel.
Advirtiendo contra la movilización de la derecha judía contra la mezquita de Al-Aqsa y las constantes incursiones en el lugar sagrado musulmán durante las fiestas judías, Al-Khatib continuó: "la mezquita de Al-Aqsa está en el ojo del huracán". Hizo un llamamiento a todos los musulmanes para que actúen en su apoyo y eviten la "profanación judía de la primera Qibla de los 1.700 millones de musulmanes".
Afirmó que los políticos israelíes están utilizando la mezquita de Al-Aqsa y los esfuerzos por relacionar el acceso de los judíos de derechas con ella como parte de sus campañas electorales, en un esfuerzo por conseguir votos.
El alto dirigente árabe en Israel subrayó que la mezquita de Al Aqsa "es islámica y sólo para los musulmanes y lo seguirá siendo para siempre", destacando que los intentos judíos de judaizarla "nunca tendrán éxito".
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