El número de cadáveres recuperados de una embarcación que transportaba refugiados frente a la costa siria ha aumentado a 102, y otros 40 siguen desaparecidos.
La embarcación, en la que viajaban 150 refugiados, partió de Líbano la semana pasada pero se encontró con dificultades frente a la costa de Siria, cerca de Tartous.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha dicho que las autoridades sirias han rescatado a 20 personas.
La operación de rescate comenzó el jueves por la tarde. Entre los fallecidos se encuentra el libanés Mustafa Misto, su mujer y sus tres hijos pequeños.
A bordo había una mezcla de libaneses, sirios y palestinos. Se ha convertido en el cruce más mortífero hasta ahora en esta ruta.
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La ruta Líbano-Chipre para los refugiados se ha vuelto más concurrida desde que comenzó la crisis financiera del Líbano en 2019.
Entre enero de 2020 y junio de 2021, unos 1.162 migrantes, principalmente sirios pero también libaneses, palestinos y otros, intentaron llegar a Chipre desde el Líbano, según ACNUR.
Sólo un tercio de ellos llegó a tierra con éxito, y el resto fue interceptado por las autoridades libanesas, devuelto por las autoridades chipriotas o tuvo problemas en el mar.
La moneda libanesa se ha desplomado, empujando a gran parte de la población a la pobreza. Se calcula que un 55% de la población vive ahora por debajo del umbral de la pobreza.
Al mismo tiempo, el anuncio del Líbano durante el verano de que devolvería a 15.000 refugiados sirios al mes con el argumento de que el país era ahora "seguro" ha provocado una serie de salidas.
Los activistas de la oposición se enfrentan a la tortura, la detención y la muerte si regresan a Siria, y los que ya han regresado han sido perseguidos por el gobierno sirio.