Irán acusó el lunes a Estados Unidos de utilizar los disturbios desencadenados por la muerte de una mujer bajo custodia policial para intentar desestabilizar el país, y advirtió que no quedaría sin respuesta, mientras las mayores protestas desde 2019 no daban señales de remitir, informa Reuters.
Irán ha reprimido las manifestaciones a nivel nacional provocadas por la muerte de la mujer kurda de 22 años, Mahsa Amini, después de que fuera detenida por la policía de la moralidad que aplica las estrictas restricciones de la República Islámica sobre la vestimenta de las mujeres.
El caso ha suscitado la condena internacional. Irán dijo que Estados Unidos apoyaba a los alborotadores y buscaba desestabilizar a la República Islámica.
"Washington siempre trata de debilitar la estabilidad y la seguridad de Irán, aunque no ha tenido éxito", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, en un comunicado a Nour news, afiliado a un alto organismo de seguridad.
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En su página de Instagram, Kanaani acusó a los dirigentes de Estados Unidos y de algunos países europeos de abusar de un trágico incidente para apoyar a los "revoltosos" e ignorar "la presencia de millones de personas en las calles y plazas del país en apoyo del sistema".
Alemania convocó el lunes al embajador iraní en Berlín por la represión, según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
Preguntado por la posibilidad de imponer más sanciones a Teherán en respuesta a los disturbios, el portavoz dijo que "consideraremos todas las opciones" con otros Estados de la Unión Europea.
La semana pasada, Estados Unidos impuso sanciones a la policía de la moral iraní por las acusaciones de abusos a mujeres iraníes, diciendo que consideraba a la unidad responsable de la muerte de Amini.
Irán convocó el domingo a los embajadores británico y noruego por lo que calificó de injerencia y cobertura mediática hostil de los disturbios.
Las protestas antigubernamentales son las más grandes que han barrido el país desde las manifestaciones por los precios de los combustibles en 2019, cuando Reuters informó que 1.500 personas murieron en una represión contra los manifestantes, el brote más sangriento de disturbios internos en la historia de la República Islámica.
Al menos 41 personas han muerto en los últimos disturbios que comenzaron el 17 de septiembre, según la televisión estatal.
El presidente Ebrahim Raisi ha dicho que Irán garantiza la libertad de expresión y que ha ordenado una investigación sobre la muerte de Amini.
Convocatoria de huelga
Un importante sindicato de profesores iraní, en un comunicado publicado en las redes sociales el domingo, llamó a profesores y estudiantes a realizar la primera huelga nacional desde que comenzaron los disturbios, el lunes y el miércoles.
Las mujeres han tenido un papel destacado en las protestas, agitando y quemando sus velos.
En un vídeo que circula por las redes sociales, la hermana de un hombre asesinado en las manifestaciones antigubernamentales, Javad Heydari, se corta el pelo en su tumba desafiando el código de vestimenta islámico conservador de Irán. Reuters no pudo verificar la autenticidad del vídeo.
El Estado ha organizado concentraciones en un intento de desactivar la crisis.
Aunque las manifestaciones por la muerte de Amini suponen un gran desafío para el gobierno, los analistas no ven una amenaza inmediata para los líderes del país porque las fuerzas de seguridad de élite de Irán han sofocado las protestas en el pasado.
Irán ha culpado a los disidentes kurdos armados de estar implicados en los disturbios, sobre todo en el noroeste, donde vive la mayoría de los hasta 10 millones de kurdos de Irán.
La Guardia Revolucionaria iraní lanzó un ataque con artillería y aviones no tripulados contra las bases de la oposición militante iraní en la región kurda del norte de Irak, informó la agencia de noticias semioficial Tasnim.
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