Una fuente de la realeza ha confirmado que el rey Carlos de Inglaterra no asistirá a la COP27 que se celebrará en Egipto en noviembre, ya que se aleja de las funciones de campaña.
Se ha informado de que la primera ministra Liz Truss dijo que no era correcto que Carlos asistiera, ya que sería su primer viaje al extranjero como rey.
Una fuente de palacio dijo al Sunday Times que la decisión era "un error de juicio por parte del gobierno", ya que la Reina dio un discurso no político en Glasgow el año pasado.
El Rey Carlos ha tomado un papel activo en cuestiones medioambientales, animando a empresas y líderes a firmar el acuerdo climático de París, y pidiendo a los líderes mundiales que gasten billones de dólares en la lucha contra el cambio climático.
A principios de septiembre, antes de convertirse en rey, Carlos anunció la Iniciativa de Mercados Sostenibles, un foro que reunirá a los sectores público y privado para intentar acelerar la transición hacia un futuro sostenible.
También intervino en la inauguración de la COP21 de París en 2015 y en la ceremonia de apertura de la COP26.
En julio, durante una llamada telefónica entre el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto y el entonces príncipe Carlos, Sameh Shoukry elogió sus esfuerzos por apoyar y promover la acción contra el cambio climático y dijo que Egipto esperaba trabajar con Carlos para hacer frente al cambio climático.
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La COP27 se celebrará en noviembre en la localidad egipcia de Sharm El-Sheikh, en el Mar Rojo, donde se reunirán jefes de Estado, ministros y activistas del cambio climático para debatir cuestiones clave para hacer frente a la emergencia del cambio climático.
La conferencia de este año ha sido muy criticada porque el país anfitrión, Egipto, ha cometido graves abusos contra los derechos humanos.
Hay unos 60.000 presos políticos en el país, miles de desaparecidos forzosos y se les ha impuesto la prohibición de viajar para que no puedan salir del país.
Human Rights Watch (HRW) ha criticado al gobierno por restringir gravemente la capacidad de los grupos ecologistas para llevar a cabo una política independiente, una defensa y un trabajo de campo esenciales para proteger el entorno natural del país.
También se ha acusado a Egipto de llevar a cabo enormes planes de reurbanización y de talar miles de árboles para darles paso.
La Nueva Capital Administrativa que se está construyendo a 50 kilómetros de El Cairo ha utilizado una enorme cantidad de residuos, energía y agua y ha sido criticada por no ayudar a las personas más vulnerables al cambio climático.