Funcionarios turcos han pedido a Rusia que retrase una parte de los pagos que Ankara debe hacer por el gas natural, ya que Turquía intenta mitigar los daños económicos derivados del aumento de los precios de la energía, informa Bloomberg.
Según el informe, el importador estatal de energía de Turquía, Botas, está tratando de posponer algunos de los pagos a 2024, debido a la crisis monetaria en el país.
El mes pasado se permitió a Botas pagar el 25% de sus obligaciones en rublos en lugar de dólares.
La fuerte dependencia de Turquía de la energía importada ha aumentado la presión sobre su moneda y su presupuesto.
La lira turca se ha depreciado más del 28% frente al dólar en 2022.
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