El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán rechazó ayer las afirmaciones de Marruecos de que está interfiriendo en los asuntos internos de los países árabes.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanani, rechazó las acusaciones formuladas un día antes por el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, por considerarlas "vanas y repetitivas".
"En lugar de jugar al juego de las culpas y lanzar acusaciones sin fundamento contra la República Islámica de Irán, más vale que Marruecos se preocupe y responda por la inseguridad que amenaza a los países y naciones de la región debido a la normalización de las relaciones con el régimen sionista del apartheid", añadió el portavoz iraní.
Kanani también pidió a Bourita que dedicara más tiempo a resolver la crisis humanitaria de Yemen, país desgarrado por la guerra y del que se dice que es el más pobre del mundo árabe.
Bourita había hecho estos comentarios durante una conferencia de prensa con el ministro de Asuntos Exteriores y Expatriados del gobierno yemení reconocido internacionalmente, Ahmed Awad Bin Mubarak. Bourita dijo que el reino condena "enérgicamente" la injerencia de Irán en Yemen y en los asuntos internos árabes.
"Irán no puede seguir explotando este resquicio para socavar la seguridad y la estabilidad en la región árabe, especialmente en Yemen, Oriente Medio y el Norte de África", afirmó.
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Bourita también dedujo que Marruecos también ha sido víctima de la injerencia iraní, afirmando que la República Islámica había proporcionado drones al movimiento independentista del Frente Polisario, que ha estado luchando para acabar con el control de Marruecos sobre la disputada región del Sáhara Occidental.
No es la primera vez que Bourita acusa a Irán de injerencia en el país norteafricano. En enero, dijo que Irán amenazaba "la seguridad espiritual de África", y prometió impedir que extendiera su influencia por el continente.
"Irán planea entrar en África Occidental y difundir la doctrina chiíta en la región", dijo entonces. Estos comentarios fueron desestimados por el entonces portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh, como "proyecciones infundadas".
En 2018 Rabat rompió sus relaciones con Teherán por las acusaciones de que Irán y el movimiento libanés Hezbolá estaban prestando apoyo militar al Frente Polisario en connivencia con la vecina Argelia.