Sanaa Seif, la hermana del activista político egipcio detenido, Alaa Abdelfattah, confirmó que fue testigo de cómo se torturaba a los detenidos durante su detención en Egipto.
En una entrevista concedida al periódico The Guardian, esta activista egipcia de 28 años afirmó que su decisión de escapar de Egipto y viajar a Londres tras su liberación no fue fácil. Vivir en el exilio, explicó, significa no sólo despedirse de la familia y los amigos y estar lejos del país donde su hermano está encarcelado y en huelga de hambre.
Sanaa ha sido encarcelada tres veces desde la revolución de enero de 2011, y ahora lucha por la liberación de su hermano, uno de los presos políticos más destacados del país.
"Me costó mucho contemplar (...) Tuve tiempo para pensar: este era mi tercer tramo dentro. (...) Tuve que aceptar que ese podía ser mi futuro. Eso es lo que amenazaron las autoridades".
"En la celda en la que había estado la primera vez éramos siete, esta vez éramos 82 mujeres en el mismo espacio", dijo, y añadió que el hecho de ser acusada de terrorista supuso un cambio en el trato que recibió.
"Me interrogaron durante horas, sólo con ropa ligera mientras el aire acondicionado estaba en su configuración más fría. Ni yo ni mi abogado sabíamos de qué se me acusaba. Me dijeron que, pasara lo que pasara, nadie me escucharía ni me creería".
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Dijo que desde su celda debía oír y ver cómo se torturaba a los detenidos, dijo que esa era la forma que tenían los guardias de la prisión de torturarla, ya que su condición de familiar le daba un poco de protección en la cárcel. En lugar de herirla directamente, explicó, los guardias llevaban a las mujeres a su celda y las rompían delante de ella.
Sanaa Seif fue condenada a un año y medio de prisión en 2021 por "difundir noticias falsas" después de ser detenida frente a la oficina del fiscal, donde presentaba una denuncia por una agresión contra ella y su madre.