El ex vicepresidente de Irak, Tariq Al-Hashimi, ha comentado la muerte del juez que en su día le condenó a muerte a él y a varios de sus guardias. El sábado, el Colegio de Abogados de Irak anunció la muerte del jefe del Tribunal Penal Supremo, el juez Baligh Hamdi.
"El juez Hamdi ha fallecido", escribió Al-Hashimi en Twitter. "Se excedió al dictar sentencias de muerte. Se equivocó conmigo y me condenó a tres penas de muerte, pero yo no cometí ningún delito, ni siquiera una infracción castigada por la ley. Esto también se aplica a mis guardias".
Al-Hashimi concluyó su tuit diciendo: "El juez está muerto y el condenado sigue vivo. La vida y el sustento están en sus manos, Gloria a Él. Pertenecemos a Dios y a Él volveremos".
Hamdi dictó sentencias de muerte contra Al-Hashimi y sus guardias en 2012, cuando Nouri Al-Maliki era primer ministro de Irak. Al-Hashimi es uno de los líderes políticos suníes más destacados de Irak y era uno de los principales opositores a Al-Maliki.
Tras ser acusado en diciembre de 2011 de dirigir varios "escuadrones de la muerte", lo que fue seguido de la emisión de una orden de detención contra él, Al-Hashimi huyó a la región del Kurdistán, en el norte de Irak, y luego viajó a Qatar y Arabia Saudí antes de ir a Turquía. Negó todas las acusaciones formuladas contra él, subrayando que se habían inventado por motivos políticos debido a sus diferencias con Al-Maliki.
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