La ONU advirtió, el martes, que un brote de cólera se estaba extendiendo rápidamente por toda Siria y pidió 34,4 millones de dólares para un plan de respuesta de tres meses, informa la Agencia de Noticias Anadolu.
El dinero es necesario para asistir a más de 160.000 personas con servicios sanitarios y a 5 millones con agua, saneamiento e higiene asistencial.
"Se han notificado más de 24.000 casos sospechosos de cólera y ya se han confirmado casos en las 14 gobernaciones. Al menos 80 personas han muerto hasta ahora", dijo la funcionaria humanitaria de la ONU, Reena Ghelani, al Consejo de Seguridad.
Dijo que millones de personas en todo el país devastado por la guerra se enfrentan a una grave escasez de agua en Al Hasakeh, Al Bab y Alepo.
"Es probable que la crisis se agrave aún más: las perspectivas de aquí a diciembre sugieren una mayor probabilidad de precipitaciones por debajo de lo normal y temperaturas por encima de lo normal. Si esto se materializa, se agravará aún más una crisis del agua que ya es grave", dijo.
Dos millones de personas dependen de la ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas a medida que se acerca el invierno en el noroeste del país, controlado por los rebeldes. La mayoría son mujeres y niños que viven en campamentos, con acceso limitado o nulo a la calefacción, la electricidad, el agua o el alcantarillado.
"Estamos a pocas semanas de otro invierno en Siria y pronto se repetirá un escenario dolorosamente familiar", dijo Ghelani.
Instó a que se mantenga el acceso transfronterizo y se aumente el acceso a través de las líneas para proporcionar ayuda humanitaria a los sirios que la necesitan desesperadamente.
"La suspensión de la autorización para llevar a cabo la asistencia humanitaria transfronteriza en el momento más álgido del invierno, y en medio de la respuesta al cólera, podría cortar el acceso a millones de personas en el noroeste de Siria, cuando más lo necesitan", dijo.
Se necesitan medidas de confianza para la cooperación
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, también informó al Consejo y dijo que el proceso político aún no ha dado resultados para el pueblo sirio y éste sigue sufriendo.
"Las principales partes interesadas sirias e internacionales deben reconstruir su confianza en que la cooperación en Siria es posible, en que la otra parte está dispuesta y es capaz de cumplir, y en que Siria puede ser aislada de otros conflictos", dijo. "Esa confianza sólo puede construirse con acciones concretas. Para servir a ese propósito, los pasos iniciales deben ser precisos, recíprocos, verificables y aplicados en paralelo, y abordar las preocupaciones diarias del pueblo sirio."
Siria está sumida en una cruenta guerra civil desde principios de 2011, cuando el régimen de Bashar Al-Assad reprimió las protestas a favor de la democracia.
Cientos de miles de personas han muerto y más de 10 millones han sido desplazadas, según la ONU.
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