El ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Abdullah bin Zayed (ABZ), es el último líder mundial en expresar su preocupación por la creciente influencia de la extrema derecha en la política israelí. Se espera que personas como Itamar Ben Gvir, que blandió una pistola amenazando con disparar a los palestinos, y Bezalel Smotrich, dupliquen sus escaños en las elecciones israelíes de noviembre. La probable perspectiva de un gobierno de coalición que incluya a devotos de la ideología supremacista judía del kahanismo, ha suscitado preocupación en todo el mundo, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido.
ABZ planteó su preocupación al líder de la oposición, Benjamin Netanyahu. El ex primer ministro necesitará el apoyo del líder del partido Poder Judío, Ben Gvir, y de su socio político, Smotrich, para formar gobierno si su bloque de derechas obtiene una mayoría de 61 escaños en la Knesset. Los detalles de la reunión fueron revelados por Barak Ravid, de Axios.
Durante su visita a Israel el mes pasado, ABZ se reunió con Netanyahu y habló con él durante más de dos horas, según las fuentes informadas de la reunión. Uno de los principales temas tratados fue el de las próximas elecciones. El ministro de Asuntos Exteriores emiratí habría dicho a Netanyahu que le preocupaban los políticos con opiniones y retórica de extrema derecha radical que podrían ser incluidos en un nuevo gobierno israelí.
Axios mencionó una segunda fuente informada sobre la reunión que afirmó que el mensaje de ABZ parecía señalar que la inclusión de elementos de la derecha radical en el gobierno podría influir en la relación bilateral. Los dos países firmaron los llamados Acuerdos de Abraham cuando Netanyahu era primer ministro.
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Tanto Ben Gvir como Smotrich son ahora miembros de la Knesset y, cuando sus dos partidos se presentaron juntos en las elecciones del año pasado, obtuvieron seis escaños. Fue un récord para la extrema derecha, pero el martes dos encuestas distintas preveían que doblarían la cifra. El Canal 11 y el Canal 12 de Israel dicen que la alianza podría obtener 14 escaños, lo que la convertiría en el tercer bloque más grande de la Knesset.
Aunque se les califica de extrema derecha, Ben Gvir y Smotrich representan una corriente dominante dentro del sionismo. Su influencia, y la de la ideología racista del kahanismo, a la que se adhieren, se ha incorporado a la sociedad israelí. Esto supone un gran dilema para los grupos pro-israelíes en Estados Unidos y Occidente, en general. Durante décadas, los gobiernos de Washington y de las capitales europeas han restado importancia al racismo inherente al sionismo para mantener su apoyo incuestionable al Estado del Apartheid.
Los defensores de Israel sudan ante la perspectiva de un gobierno de Netanyahu. El líder del Likud es el primer ministro que más tiempo lleva en el cargo en Israel y procede de una tradición sionista que tiene mucho en común con los extremistas de extrema derecha antipalestinos de Israel.
Hace una semana, Jewish News planteó la perspectiva de una coalición de extrema derecha y se preguntó: "¿Es éste el Israel que quieren los judíos del Reino Unido?" El editorial advertía que "es un peligro demasiado grande para que los judíos del Reino Unido lo ignoren". Al parecer, la gran mayoría de los judíos británicos sienten repulsión por el tipo de política que defienden Ben Gvir y Smotrich. "Ya es bastante trágico que ocupen escaños en la cámara más vibrante de la democracia en Oriente Medio, la Knesset israelí. Peor aún es que el auge electoral de su bloque podría dotarles de un poder real", decía el artículo.