La Autoridad Palestina (AP) solicitó ayer a la Organización Mundial de la Salud una intervención inmediata para levantar el férreo bloqueo israelí sobre la ciudad de Naplusa y Yenín, en el norte de Cisjordania, y proporcionar protección al personal médico y a los pacientes.
En una reunión celebrada en Ramala, la ministra de Sanidad de la AP, Mai Al-Kaila, condenó la continua agresión israelí a los palestinos en la Cisjordania ocupada y exigió a las Naciones Unidas que tomen medidas serias para facilitar la circulación de los pacientes y el personal médico palestinos entre las ciudades.
Naplusa y los pueblos vecinos llevan dos semanas bajo un férreo asedio militar israelí, con la mayoría de las entradas a la ciudad cerradas mediante montículos de tierra, pesadas barreras de hormigón, barras metálicas o puestos de control.
El asedio, según la agencia de noticias Wafa, ha provocado retrasos y atascos casi diarios, y los conductores a menudo no tienen más remedio que conducir por un terreno accidentado para entrar y salir de la ciudad, incluido el personal médico y los pacientes.
En una carta dirigida a la OMS, el ministro palestino también subrayó la necesidad de que la comunidad internacional y los grupos de derechos humanos pongan fin a las prácticas racistas y al uso deliberado de fuerza excesiva contra civiles palestinos indefensos.
Envió la misma carta al Comité Internacional de la Cruz Roja, solicitando una acción urgente contra las prácticas de Israel y la intensificación de los ataques de los colonos contra los palestinos y sus propiedades en la ciudad ocupada de Cisjordania.
Unas 450.000 personas viven en Nablus y sus alrededores, incluidos pueblos y campos de refugiados.
Israel ha matado a 183 palestinos desde principios de 2022 en la Cisjordania y la Franja de Gaza ocupadas, de los cuales 26 desde principios de octubre, según informó el Ministerio de Sanidad palestino a principios de esta semana.
En un informe, el Ministerio dijo que 51 de los mencionados eran de la asediada Franja de Gaza, la mayoría durante la masiva ofensiva israelí de agosto.
Desde 1967, las autoridades de ocupación israelíes han retenido los cuerpos de 256 palestinos en lo que se conoce como los "cementerios de los números". Además, se han registrado 76 palestinos perdidos desde 1967.
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