Argelia y Francia se han propuesto arreglar las tensas relaciones, que alcanzaron un nuevo mínimo el año pasado, pero está por ver si las medidas adoptadas por ambos países pueden pasar la página del pasado, informa la Agencia de Noticias Anadolu.
Las cuestiones históricas no resueltas siguen influyendo en las relaciones bilaterales. Francia ocupó Argelia durante 132 años, antes de que ésta obtuviera la independencia tras siete años de lucha, el 5 de julio de 1962.
La decisión de Francia de reducir el número de visados que concede a Argelia, junto con las declaraciones del presidente Emmanuel Macron cuestionando la identidad nacional argelina antes de la época colonial francesa, llevaron los lazos casi a un punto de ruptura el año pasado.
Como reacción, Argelia retiró a su embajador en Francia el pasado mes de octubre, y también prohibió la entrada de aviones militares franceses en su espacio aéreo. Varios ministerios también prohibieron la lengua francesa en la correspondencia oficial.
Pero el regreso del embajador argelino a su puesto en enero, la visita oficial de tres días de Macron al país norteafricano en agosto y la visita de la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, junto con una delegación el mes pasado, se interpretaron como una señal de mejora de los vínculos.
En agosto, las dos naciones decidieron crear un comité conjunto para trabajar en los archivos de la época colonial, y firmaron una declaración para una "asociación renovada", que incluye consultas políticas sobre cuestiones regionales e internacionales.
Aunque estos pasos pueden conducir a la normalización de las relaciones, hay cuestiones del amargo pasado que esperan soluciones.
La recuperación completa de los cráneos de los combatientes de la resistencia argelina decapitados durante la ocupación colonial francesa, la desclasificación de los archivos de guerra argelinos, el esclarecimiento del destino de miles de personas desaparecidas desde la guerra de la independencia y la indemnización de las víctimas de las pruebas nucleares francesas en el desierto argelino entre 1960 y 1966 son algunos de los asuntos pendientes de resolver.
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