El jefe del Movimiento Ennahda en Túnez, Rached Ghannouchi, ha dicho que su partido renunció a su derecho a la autoridad en 2013 para ayudar a Túnez a evitar una guerra civil, ha informado Arabi21. Ha señalado que la oposición se apoya en el pueblo para acabar con el "golpe" del presidente Kais Saied.
"Túnez estuvo al borde de una guerra civil tras el ominoso golpe egipcio, y la Asamblea Constituyente de Túnez fue suspendida", explicó Ghannouchi en una reunión del partido en la ciudad norteña de Bizerta. "Me reuní con el difunto Beji Caid Essebsi, entonces presidente del partido Nidaa Tounes, que estaba enfrentado a Ennahda. Sin embargo, nos reunimos en París y este encuentro allanó el camino para el diálogo nacional que salvó al país en 2013."
El diálogo nacional fracasó, dijo, cuando la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT) excluyó a Ennahda en un diálogo similar en enero del mismo año. Cuando Ennahda fue excluida, el diálogo de la UGTT no tuvo éxito.
"Ennahda renunció a la autoridad en aras de la Constitución y la paz social. Aunque los últimos diez años, a los que llaman la década negra, no fueron años de prosperidad económica, no se registró escasez de petróleo ni de azúcar [a diferencia de lo que ocurre hoy con Kais Saied]". El veterano político afirmó que el progreso económico necesita estabilidad política. "La solución a la actual crisis política en Túnez comienza con el derrocamiento del "golpe" de Saied".Señaló que el Frente de Salvación Nacional, del que Ennahda es el miembro más destacado, está trabajando para resistir el rumbo que está tomando el presidente tunecino. La intención, dijo Ghannouchi, es allanar el camino para el regreso de la democracia al país.
"La reunión de los grupos de la oposición, la presión de la situación económica sobre la población y los acontecimientos externos son factores que presionarán a Kais Saied", añadió Ghannouchi. "Asimismo, los partidos extranjeros están presionando ahora a Saied para que vuelva a la democracia y reabra el parlamento, pero aún no han llegado al extremo de calificar lo ocurrido como un golpe de Estado. También hay interferencias externas que han quitado al país la capacidad de tomar decisiones de forma independiente."
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