Fuentes oficiales turcas han desmentido las informaciones según las cuales las autoridades han detenido y encarcelado a 34 miembros del movimiento de los Hermanos Musulmanes que habían convocado protestas en Egipto, alegando que las informaciones eran un intento de angustiar a los dirigentes de los Hermanos que residen en Turquía.
El domingo, el periódico saudí Asharq Al-Aswat afirmó en un informe que las autoridades turcas habían detenido a los miembros de los Hermanos Musulmanes debido a sus preparativos para lanzar un nuevo canal en la aplicación de mensajería Telegram para "incitar a las protestas, los actos de violencia y el caos en Egipto".
Al parecer, los disturbios iban a tener lugar el 11 de noviembre, durante la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -Cop27-, que se celebrará en la ciudad turística de Sharm El-Sheikh, en el Mar Rojo. También se dice que los miembros supuestamente detenidos han sido incluidos en una lista de deportación.
Sin embargo, según dos altos funcionarios turcos que hablaron con el medio de comunicación londinense Middle East Eye, la supuesta detención de decenas de miembros no se produjo, y una de las fuentes anónimas afirmó: "Sólo detuvimos a un periodista egipcio que fue liberado posteriormente".
Ese periodista egipcio era Hossam Al-Ghamry, que el domingo difundió en su cuenta de Twitter que la policía turca lo detuvo brevemente, y que más tarde lo liberó tras una protesta en las redes sociales. "He vuelto a casa, gracias a Dios", declaró.
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"Esta experiencia me ayudó a entender el sentimiento de mi hijo, Yusef, que ha sido desaparecido a la fuerza, sin ningún delito salvo ser mi hijo", en referencia a Yusef Al-Ghamry, de 24 años, que fue sacado de su casa en la provincia norteña de Sharqia por las fuerzas de seguridad egipcias el 25 de octubre.
La desaparición de Yusef, estudiante de ingeniería, se debió a que su padre -residente en Estambul- era uno de los disidentes egipcios exiliados que convocaron las protestas antigubernamentales durante el 27 de septiembre.
Según otra fuente turca que habló con el medio, es una táctica habitual de los medios de comunicación árabes publicar este tipo de informes sobre la represión de los Hermanos Musulmanes en Turquía con el fin de causar miedo y malestar entre los líderes del Movimiento que residen en el país.
Tras el golpe militar de 2013 en Egipto, que derrocó al primer presidente democráticamente elegido del país, Mohamed Morsi -miembro de la Hermandad-, y puso en el poder al actual presidente Abdel Fattah Al-Sisi, muchos de los miembros y dirigentes del Movimiento encontraron refugio en Turquía. Esto se debió especialmente a la condena del golpe por parte de Ankara y a la masacre de más de 1.000 manifestantes por parte del ejército egipcio, así como a su negativa a reconocer el gobierno de Sisi.
Sin embargo, la situación ha cambiado desde entonces, ya que Ankara y El Cairo han acelerado sus esfuerzos de reconciliación en los últimos dos años. Una de las principales medidas que adoptó el gobierno turco el año pasado fue pedir a los canales de la oposición egipcia que operan en el país -muchos de ellos supuestamente vinculados a la Hermandad- que moderaran sus críticas al gobierno de Sisi para contribuir al proceso de reconciliación, lo que ha llevado a algunos de esos canales y puntos de venta a abandonar Turquía.