Holanda ha anunciado sus planes de repatriar a 12 mujeres y 28 niños a su país de origen, en la última medida adoptada por un Estado europeo en este sentido.
Según un comunicado emitido ayer por el gobierno holandés, las mujeres -que son sospechosas de cometer delitos de terrorismo por haber viajado para unirse a Daesh- "serán detenidas tras su llegada a Holanda y serán juzgadas". No se reveló ni la identidad de las mujeres, ni de los niños, ni su ubicación.
Tras la derrota territorial de Daesh en 2019, sus combatientes supervivientes fueron capturados y detenidos en prisiones, mientras que los miembros de sus familias que les acompañaban fueron llevados a los campos gestionados por los kurdos en el noreste de Siria, donde permanecen por tiempo indefinido.
Muchos de los extranjeros que se encuentran en los campos -que son mujeres y niños- siguen esperando que sus países de origen, o los de sus padres, los repatríen. Sin embargo, ese proceso ha sido lento, especialmente entre los Estados occidentales y europeos que se han mostrado reacios a llevarlos a casa, debido a las amenazas que supuestamente supondrían para la seguridad nacional.
Uno de esos países reticentes fue Holanda, antes de que un tribunal de Rotterdam ordenara en mayo a las autoridades repatriar a las mujeres y los niños en un plazo de cuatro meses para "evitar que queden impunes".
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