La decisión de Arabia Saudí de acoger al presidente chino Xi Jinping es una "decisión soberana", insistió el lunes el Departamento de Estado estadounidense.
"La cuestión que hemos planteado sistemáticamente a lo largo de esta administración es que no estamos pidiendo a los países de todo el mundo que elijan entre Estados Unidos y la República Popular China", dijo el portavoz del departamento, Ned Price, a los periodistas. "No estamos pidiendo a los países de todo el mundo que elijan entre Estados Unidos y cualquier otro país. Los países van a tomar sus propias decisiones soberanas sobre su política exterior, sobre sus relaciones, sobre sus asociaciones y alianzas".
El objetivo de Estados Unidos, añadió Price, es dar a los países de todo el mundo la posibilidad de elegir. "Y queremos que la elección de Estados Unidos y lo que aportamos sea la opción más atractiva disponible".
El ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Faisal Bin Farhan, anunció el pasado jueves que Xi Jinping visitaría el reino próximamente, pero no especificó la fecha. En su intervención durante una reunión del comité conjunto China-Arabia Saudí, Bin Farhan destacó la solidez de las relaciones entre Riad y Pekín, y dijo que habían logrado resultados tangibles a lo largo de los años.
"El reino da prioridad a las relaciones bilaterales con China", explicó el ministro, "y siempre busca coordinar las posiciones en los asuntos que preocupan a los dos países."
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El diario The Guardian citó en agosto a fuentes saudíes que afirmaban que el líder chino tendrá una recepción legendaria, a diferencia de la que tuvo el presidente estadounidense Joe Biden en julio.
Esta será la primera visita de Xi Jinping al reino desde 2016. El viaje del presidente chino al reino se produce en un momento de tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí por la decisión de la alianza OPEP+, liderada por Riad, de recortar la producción de petróleo.
Según una cadena de televisión estadounidense el fin de semana, se ha discutido en el seno de la administración Biden la posibilidad de imponer medidas punitivas a Arabia Saudí en respuesta a la decisión de la OPEP, incluyendo una reducción del apoyo militar.La decisión de Arabia Saudí de recibir al presidente chino Xi Jinping es una "decisión soberana", insistió el lunes el Departamento de Estado estadounidense.
"El punto que hemos planteado de forma consistente a lo largo de esta administración es que no estamos pidiendo a los países de todo el mundo que elijan entre Estados Unidos y la [República Popular China]", dijo el portavoz del departamento, Ned Price, a los periodistas. "No estamos pidiendo a los países de todo el mundo que elijan entre Estados Unidos y cualquier otro país. Los países van a tomar sus propias decisiones soberanas sobre su política exterior, sobre sus relaciones, sobre sus asociaciones y alianzas."
El objetivo de Estados Unidos, añadió Price, es dar a los países de todo el mundo la posibilidad de elegir. "Y queremos que la elección de Estados Unidos y lo que aportamos sea la opción más atractiva disponible".
El ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Faisal Bin Farhan, anunció el pasado jueves que Xi Jinping visitaría el reino próximamente, pero no especificó la fecha. En su intervención durante una reunión del comité conjunto China-Arabia Saudí, Bin Farhan destacó la solidez de las relaciones entre Riad y Pekín, y dijo que habían logrado resultados tangibles a lo largo de los años.
"El reino da prioridad a las relaciones bilaterales con China", explicó el ministro, "y siempre busca coordinar las posiciones en los asuntos que preocupan a los dos países."
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El diario The Guardian citó en agosto a fuentes saudíes que afirmaban que el líder chino tendrá una recepción legendaria, a diferencia de la que tuvo el presidente estadounidense Joe Biden en julio.
Esta será la primera visita de Xi Jinping al reino desde 2016. El viaje del presidente chino al reino se produce en un momento de tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí por la decisión de la alianza OPEP+, liderada por Riad, de recortar la producción de petróleo.
Según una cadena de televisión estadounidense este fin de semana, se ha discutido en el seno de la administración Biden la posibilidad de imponer medidas punitivas a Arabia Saudí en respuesta a la decisión de la OPEP, incluyendo una reducción del apoyo militar.
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