La declaración final de la 31ª Cumbre de la Liga Árabe en Argel ha afirmado la centralidad de la causa palestina, así como el apoyo inequívoco a los derechos inalienables de los palestinos a la libertad, la autodeterminación y el establecimiento de un Estado independiente en las fronteras nominales del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Este como capital. La cumbre también respaldó el legítimo derecho al retorno y a la indemnización de los refugiados palestinos, de acuerdo con la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU, aprobada en 1948.
La declaración emitida el miércoles también afirmaba el apoyo a la Iniciativa de Paz Árabe de 2002 con todos sus elementos y prioridades. Entre ellos, el compromiso con una paz justa y global como opción estratégica para poner fin a la ocupación israelí de todas las tierras árabes, incluidos los Altos del Golán sirios, las granjas libanesas de Shebaa y las colinas de Kafr Shuba, y para resolver el conflicto árabe-israelí sobre el principio de tierra por paz, de acuerdo con el derecho internacional y las resoluciones internacionales pertinentes.
También ha subrayado la necesidad de seguir esforzándose por proteger la ciudad ocupada de Jerusalén y sus lugares sagrados, y de defenderla frente a los intentos israelíes de cambiar su composición demográfica, su identidad árabe, islámica y cristiana, y el statu quo histórico y jurídico. Esto confirmó el apoyo a la tutela encomendada al Reino Hachemita de Jordania destinada a proteger los lugares santos islámicos y cristianos y al Departamento de Asuntos de Jerusalén Waqf (dotaciones) y Al-Aqsa. Este último está adscrito al Ministerio de Dotaciones y Santuarios Islámicos de Ammán como autoridad exclusiva, junto con el Comité Al-Quds y Beit Mal Al-Quds, en la defensa de la ciudad de Jerusalén y el apoyo a la resistencia de su pueblo.
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En la declaración final se pedía el levantamiento del asedio israelí a la Franja de Gaza y se condenaba el uso de la fuerza por parte de la potencia ocupante contra los palestinos, así como todas las prácticas de barbarie, incluidos los asesinatos y las detenciones arbitrarias. Insistió en que todos los prisioneros y detenidos palestinos, especialmente los niños, las mujeres, los enfermos y los ancianos, deben ser liberados.
La Declaración de Argelia afirmaba la adopción y el apoyo al planteamiento del Estado de Palestina para ser miembro de pleno derecho de la ONU, y pedía a los países que aún no han reconocido al Estado que lo hagan. Es necesario que la comunidad internacional apoye los esfuerzos legales para que Israel rinda cuentas por los crímenes de guerra y contra la humanidad que ha cometido y sigue cometiendo contra los palestinos.
Se aplaudieron los esfuerzos árabes por unificar las filas palestinas, subrayando la necesidad de unificar los esfuerzos de los países árabes en pro de la unidad palestina.
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