Las comunidades que viven en Siria y Líbano, que ya están luchando contra la violencia armada y una crisis económica, se han visto afectadas por el cólera, dijo el jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja, informa la Agencia de Noticias Anadolu.
Los casos de cólera y diarrea acuosa aguda que afectan a Siria y Líbano se suman al sufrimiento de la población de los dos países vecinos, dijo el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud ha declarado que hay 29 brotes de cólera en todo el mundo, pero no ha dado cifras específicas para Siria y Líbano.
"Después de décadas sin un solo caso de cólera, los brotes que se han declarado recientemente en Líbano y Siria marcan un regreso no deseado en esos países", según la OMS.
"Esto forma parte de un patrón de empeoramiento en toda la región y en el mundo", dijo el organismo mundial de salud, ya que ocho de los 22 países de la Región del Mediterráneo Oriental de la OMS están luchando contra el cólera y los brotes acuosos agudos de diarrea".
Necesidad de control urgente
El cólera puede cruzar las fronteras, lo que hace que la Región del Mediterráneo Oriental y los países vecinos corran un mayor riesgo y aumente la necesidad de un control urgente, advirtió la OMS, que lo describió como "una llamada de atención".
"Además de luchar contra las consecuencias de la violencia armada y la crisis económica, las comunidades que viven en Siria y Líbano están pagando el precio de unos sistemas sanitarios sobrecargados", dijo el CICR.
El director regional del CICR para Oriente Próximo y Medio, Fabrizio Carboni, dijo que "una emergencia de salud pública es lo último que necesitan estos dos países".
"Además de la asistencia inmediata, el apoyo a más largo plazo y las soluciones más duraderas destinadas a promover la resiliencia de las infraestructuras esenciales son de vital importancia."
Más de 11 años de conflicto en Siria han dañado gravemente la red de agua, reduciendo el suministro entre un 30% y un 40%, y sólo el 52% de los hospitales del país están operativos, dijo el CICR.
Las zonas de alta densidad de población, como los centros de detención y los asentamientos de desplazados y refugiados, son especialmente vulnerables, dijo el CICR.
"La propagación de la diarrea acuosa aguda y del cólera es sólo la punta del iceberg. Desde hace años, el CICR trabaja para evitar que las infraestructuras críticas que son demasiado grandes para fallar sufran un colapso que obligaría a millones de personas a entrar en crisis", dijo Carboni.
"Seguiremos animando a todos los que puedan apoyar la estabilización de estas instalaciones de infraestructura a que lo hagan. Se trata de un imperativo humanitario, y ayudará a evitar que una situación ya de por sí grave se agrave aún más".
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