El lunes se iniciaron en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra una serie de audiencias públicas con víctimas de presuntas violaciones de los derechos humanos por parte de Israel, que las calificó de "juicios falsos", informa Reuters.
La Comisión de Investigación independiente creada por el máximo organismo de derechos humanos de la ONU el año pasado, tiene previsto celebrar cinco días de audiencias que, según afirma, serán imparciales y examinarán las acusaciones tanto de israelíes como de autoridades palestinas.
Sin embargo, Israel dijo que las audiencias fueron convocadas con poca antelación y señaló una agenda "anti-israelí".
"Este ("COI") y la convocatoria de estos juicios falsos avergüenzan y socavan al Consejo de Derechos Humanos", dijo en una declaración emitida por su misión diplomática en Ginebra.
La oficina de Derechos Humanos de la ONU ha rechazado previamente las acusaciones de parcialidad y ha dicho que Israel no ha cooperado con el trabajo de la Comisión.
La primera serie de audiencias se centrará en las órdenes de cierre de varias organizaciones palestinas por parte de Israel en agosto y en el asesinato de la reportera palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh en mayo.
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La oficina de derechos humanos de la ONU ha declarado que sus conclusiones sugieren que la periodista fue asesinada por las fuerzas israelíes, mientras que una investigación israelí concluyó que es probable que un soldado israelí le disparara involuntariamente.
El primer día, testificarán tres representantes de organizaciones no gubernamentales palestinas clausuradas.
Ni las audiencias ni el Consejo de Derechos Humanos de la ONU tienen poderes legales. Pero las investigaciones iniciadas por el Consejo se utilizan a veces como prueba ante los tribunales nacionales o internacionales.
Además de Israel, su aliado Estados Unidos ha criticado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU por lo que ha descrito como un "sesgo crónico" contra Israel. Abandonó el organismo por este motivo en 2018 y no se reincorporó plenamente hasta este año.
La comisión de investigación, compuesta por tres miembros, se creó tras el conflicto de 11 días de mayo de 2021, en el que murieron 250 palestinos de Gaza y 13 personas en Israel. El mandato de la investigación incluye presuntas violaciones de los derechos humanos antes y después de aquello, y pretende investigar las causas profundas de las tensiones.