El Parlamento libanés fracasó ayer, por quinta vez, en la elección de un nuevo presidente para el país.
El diputado independiente Michel Moawad era el favorito con 44 votos en la sesión de ayer, pero no alcanzó la mayoría de dos tercios, es decir, los 86 votos necesarios para ganar.
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, ha fijado el próximo jueves como fecha para una nueva sesión para elegir al presidente.
El fracaso del parlamento en la elección de un presidente puede complicar aún más la situación en un país sumido en una asfixiante crisis económica, y donde los plazos constitucionales rara vez se respetan.
"Cada partido acusa al otro de obstrucción", dijo el diputado Elias Bou Saab, vicepresidente del Parlamento del Movimiento Patriótico Libre, en una entrevista con la AFP.
"La crisis es que cada partido quiere su propio candidato. Deberían pensar de forma diferente y llegar a un entendimiento sobre un nombre que sea aceptado por al menos dos tercios del consejo", añadió.
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El propio Aoun fue elegido después de que el puesto de presidente estuviera vacante durante 29 meses entre 2014-2016. Se convirtió en el decimotercer presidente del país.
Aoun ocupó el escaño durante un mandato de seis años, desde el 31 de octubre de 2016 hasta el 30 de octubre de 2022. Ha presidido el país durante una crisis económica que, según el Banco Mundial, es una de las peores del mundo en siglos y la explosión del puerto de Beirut, que dejó la ciudad devastada y limitó la capacidad de importación del Líbano.
Por su parte, el primer ministro provisional libanés, Najib Mikati, afirmó que la presidencia no debe quedar vacante, porque perturba la vida constitucional e impide la recuperación del país.
En su intervención durante un acto en la capital, Beirut, Mikati dijo que los obstruccionistas "buscan abiertamente paralizar el gobierno", lo que repercute en el país y en los ciudadanos.
Mikati hizo un llamamiento a todas las fuerzas políticas para que "elijan un nuevo presidente y formen un nuevo gobierno, de forma rápida, que proteja al país y preserve el Estado".
Mikati confirmó un informe anterior de Reuters, según el cual el Líbano todavía puede concluir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, por valor de 3.000 millones de dólares, a pesar de la ausencia de un presidente o un gobierno con plenos poderes.
Desde 2019, Líbano atraviesa una crisis económica sin precedentes, que provocó un desplome récord del valor de la lira libanesa frente al dólar estadounidense, así como la escasez de combustible y medicinas, y un fuerte descenso del poder adquisitivo de los ciudadanos.
Según el artículo 49 de la Constitución, el presidente - que debe ser un cristiano maronita - es elegido en el primer ciclo de votación por una mayoría de dos tercios, es decir, 86 votos.