La Asociación Danesa de Fútbol (DBU) anunció ayer que la FIFA había rechazado la petición de Dinamarca de entrenar en el Mundial con camisetas que mostraban las palabras "derechos humanos para todos".
Jakob Jensen, director de la DBU, dijo que el organismo rector del fútbol internacional rechazó la solicitud porque no permite mensajes políticos en las camisetas.
"No creemos que haya nada de política en ello. Creemos que los derechos humanos son universales, y mantenemos esta opinión", declaró a la agencia de noticias danesa Ritzau.
"La FIFA tiene una valoración diferente, y lamentablemente tuvimos que tenerla en cuenta", añadió.
La FIFA, que prohíbe todo tipo de mensajes políticos, instó a los equipos, en una carta enviada la semana pasada, a "centrarse en el fútbol" y no arrastrarlo "a cualquier batalla ideológica o política".
En respuesta, Amnistía Internacional criticó la carta, declarando: "No entendemos que la FIFA rechace esta bonita e importante iniciativa de la DBU".
"La FIFA dice una y otra vez que se toma los derechos humanos muy en serio, y en 2017 la asociación adoptó por primera vez una política de derechos humanos en la que se compromete a respetarlos."
"Por lo tanto, creemos que es decepcionante que rechacen este mensaje básico de derechos humanos".
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Qatar acogerá el Mundial del 20 de noviembre al 18 de diciembre. Sin embargo, se ha visto sometido a un creciente escrutinio y ataque como consecuencia de su historial de derechos humanos.
Hummel, el fabricante de las equipaciones, dijo que había atenuado los detalles de las camisetas de Dinamarca para el Mundial y que había sacado a la venta una equipación negra como protesta por el historial de derechos humanos de Qatar antes del torneo.
El mes pasado, el emir de Qatar, jeque Tamim Bin Hamad Al Thani, denunció la "campaña de críticas sin precedentes" contra el país del Golfo en vísperas del Mundial.
El ministro de Asuntos Exteriores qatarí, el jeque Mohammed Bin Abdulrahman Al Thani, también denunció que las críticas a la organización del Mundial por parte del país del Golfo son una "hipocresía".
"Creo que hay algunas personas que no aceptan que un pequeño país de Oriente Medio sea el anfitrión de un evento tan global", dijo Bin Abdulrahman en una entrevista con el diario Le Monde.
"Las razones que se dan para boicotear el Mundial no tienen sentido. Hay mucha hipocresía en estos ataques, que ignoran todo lo que hemos conseguido", añadió.