Todas las semanas se roban armas de las bases militares de Israel, dijo ayer Itzhak Brik, ex jefe de reclamaciones del Ministerio de Defensa.
Comentando el robo de unas 70.000 balas y 70 granadas de la base militar israelí de Tznobar, en los Altos del Golán ocupados, Brik dijo a Ynet News que los robos son uno de los "grandes fracasos" del ejército.
Señaló que no se informa de todos los robos y que algunos pueden haber pasado desapercibidos porque el ejército no cuenta las armas de que dispone o no las conoce.
"Todo lo que informan los medios de comunicación es información filtrada sobre robos que el ejército no pudo evitar", dijo Brik, subrayando que el ejército no desea revelar detalles de los robos.
Acusó al ejército israelí de no hacer lo suficiente para proteger las armas debido a la falta de recursos humanos, señalando que en 2019, el ejército creó un sistema de vigilancia para sus bases militares, pero no pasó nada.
"Invirtieron millones en almacenes de armas, pero estos almacenes fueron abandonados", añadió.
El ejército israelí lleva años luchando contra el robo de armas en sus bases de todo el país, principalmente en el Néguev, según informó el Jerusalem Post.
Muchas de las armas robadas en los últimos años fueron tomadas por soldados junto con contratistas civiles que trabajan en las bases, añadió el periódico.
Las autoridades israelíes temen que las armas robadas, que incluyen ametralladoras, granadas y explosivos, acaben en manos de organizaciones criminales o de la resistencia palestina en la Cisjordania ocupada.
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