Los Emiratos Árabes Unidos han tratado de influir en las decisiones políticas de Estados Unidos para servir a sus propios intereses, según un informe clasificado de los servicios de inteligencia estadounidenses.
El Washington Post, citando el informe redactado por el Consejo Nacional de Inteligencia, reveló ayer que el Estado del Golfo, considerado durante mucho tiempo como un importante aliado de Estados Unidos, ha intentado durante años influir en la política estadounidense, tanto ilegal como legalmente, a lo largo de varias administraciones de la Casa Blanca.
Los EAU lo han conseguido aprovechando las vulnerabilidades del gobierno estadounidense, que incluyen "la dependencia de las contribuciones a las campañas, la susceptibilidad a las poderosas empresas de presión y la aplicación laxa de las leyes de divulgación destinadas a proteger contra la interferencia de los gobiernos extranjeros".
Aunque algunas de las medidas de influencia de los EAU eran conocidas por los funcionarios de seguridad nacional, algunas operaciones se asemejaban mucho al espionaje, según el Post.
Una de las operaciones de influencia mencionadas en el informe consistió en la contratación de tres ex funcionarios de inteligencia y militares estadounidenses para ayudar a los EAU a vigilar a disidentes, políticos, periodistas y empresas de ese país.
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El trío admitió el año pasado haber proporcionado una sofisticada tecnología de piratería informática al gobierno emiratí y acordó pagar más de 1,68 millones de dólares en multas. Según el Departamento de Justicia, el caso fue el "primero de su clase".
La semana pasada, un socio y asesor del ex presidente Donald Trump fue absuelto de actuar ilegalmente como agente extranjero de los EAU. Tom Barrack fue arrestado el año pasado por nueve cargos criminales, incluyendo conspiración, obstrucción a la justicia y hacer declaraciones falsas al FBI.
El hombre de 75 años fue acusado de trabajar durante años para promover de forma encubierta los intereses de los EAU a través de su influencia en la campaña presidencial de 2016 de Trump y su administración.
El embajador de los EAU en Washington, Yousef Al Otaiba, en un comunicado dijo que está "orgulloso de la influencia y la buena posición de los EAU en Estados Unidos."
"Se lo ha ganado a pulso y lo tiene bien merecido. Es el producto de décadas de estrecha cooperación entre EAU y EEUU y de una diplomacia eficaz. Refleja intereses comunes y valores compartidos."
Desde 2016, Abu Dhabi ha gastado más de 154 millones de dólares en lobbies, según los registros del Departamento de Justicia. También se ha gastado cientos de millones de dólares más en donaciones a universidades y grupos de reflexión estadounidenses, y muchos de ellos han llegado a producir documentos políticos con conclusiones favorables a los intereses de los EAU.
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