El diputado israelí de extrema derecha Itamar Ben-Gvir ha puesto como condición para que su facción se incorpore al gobierno de coalición de Benjamín Netanyahu la introducción de la pena de muerte para los palestinos declarados culpables de matar a israelíes, informó el lunes Quds Press.

Sin embargo, según Yedioth Ahronoth, el partido Likud de Netanyahu podría no estar muy entusiasmado con esa medida, aunque probablemente haya una clara mayoría entre el gobierno de extrema derecha entrante que apoye la pena de muerte. El periódico israelí reitera que ésta fue una de las promesas de la campaña electoral de Ben-Gvir.

Se cree que el ultraderechista aspira a tres carteras ministeriales para su partido, incluido el Ministerio de Seguridad Interior, que supervisa la policía y los servicios penitenciarios. Si, como se espera, es nombrado ministro de Seguridad Interior, se teme que cumpla sus amenazas de imponer más restricciones a los presos palestinos. La posibilidad de ser ejecutado, según él, disuadirá las actividades de la resistencia palestina.

En la actualidad, Israel retiene a 4.700 presos palestinos, entre ellos 31 mujeres y 175 niños. Hay 560 presos que cumplen cadena perpetua en las cárceles israelíes. La cifra total incluye a más de 300 presos que han pasado más de 20 años entre rejas; 600 presos gravemente enfermos y decenas de ancianos. Ocho presos están casi totalmente paralizados, y cientos están detenidos sin cargos ni juicio.

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