Las Naciones Unidas confirmaron ayer que están investigando las denuncias de vigilancia y mala conducta por parte de la policía egipcia que se encarga de la seguridad en la conferencia sobre el clima COP27 que se celebra en la ciudad turística egipcia de Sharm El-Sheikh.
Esto se produjo después de las denuncias de que los asistentes al pabellón alemán fueron fotografiados y filmados por agentes de la policía egipcia.
El domingo, la Oficina del Clima de la ONU dijo en un comunicado a Associated Press que el Departamento de Seguridad de la ONU había tenido conocimiento de "las denuncias de violaciones del Código de Conducta y está investigando estos informes".
Sin embargo, un representante egipcio, Wael Aboulmagd, calificó las acusaciones de "ridículas".
"Algunas personas con las que hemos hablado, del mundo en desarrollo, en particular, están cansadas de estas distracciones aparentemente intencionadas de las cuestiones climáticas", dijo Aboulmagd a los periodistas.
Liane Schalatek, directora de la Fundación Heinrich Böll en Washington, dijo a la televisión ZDF que se sentía "mucho menos cómoda [este año] que en las anteriores conferencias de la COP".
"Cuando reservamos un lugar para las reuniones relacionadas con los debates de la sociedad civil, las cámaras de apoyo técnico siempre están dirigidas a la cara de los participantes. Esto es inusual e inútil (...) y no podemos descartar la posibilidad de que todo esté siendo grabado", dijo.
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El domingo, Reuters citó a tres fuentes familiarizadas con el asunto diciendo que la policía federal alemana, la BKA, había advertido a la delegación alemana por correo electrónico de la "vigilancia abierta y encubierta a través de fotografía y videografía" por parte de agentes egipcios.
Human Rights Watch (HRW) ya había expresado su preocupación por el hecho de que la aplicación COP27 de las autoridades egipcias pudiera grabar los datos almacenados en los teléfonos de los participantes.
La ONG también señaló que se han instalado cámaras en cientos de taxis de Sharm El-Sheikh que están "conectadas" al Ministerio del Interior.
Desde el inicio de la conferencia, la semana pasada, los activistas se han quejado de los "interrogatorios" y de las estrictas condiciones impuestas para organizar protestas.