Un palestino de 18 años ha sido abatido a tiros por las fuerzas de ocupación israelíes, tras atacar presuntamente al personal militar de un asentamiento ilegal en la Cisjordania ocupada.
Según el servicio paramédico israelí Magen David Adom y funcionarios palestinos, el joven -identificado por el Ministerio de Sanidad palestino como Mohammad Souf, de la cercana localidad de Hares- mató al menos a dos colonos ilegales e hirió a otros cuatro en su ataque al asentamiento ilegal.
Cuando intentaba huir del lugar mientras corría por una carretera, un soldado de la ocupación israelí le disparó. Tras el incidente, las tropas asaltaron la casa de la familia de Souf, donde, al parecer, agredieron físicamente a su familia.
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Aunque ningún grupo armado palestino anunció su responsabilidad o afiliación al ataque de Souf, éste fue aclamado por destacados grupos de la resistencia como una operación heroica. El portavoz de Hamás, Abdel Latif Al-Qanou, declaró que demostraba "la capacidad de nuestro pueblo para continuar su revolución y defender la mezquita de Al-Aqsa de las incursiones diarias".
El socialista Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) lo calificó de respuesta "a la política de ejecuciones en el terreno llevada a cabo por la Ocupación [israelí] y sus servicios de seguridad contra nuestro pueblo, la última de las cuales no será la niña palestina Fulla Masalmeh, asesinada ayer en Beitunia".
En los últimos meses se ha producido un aumento de las incursiones israelíes en la Cisjordania ocupada, junto con la violencia ejercida por los colonos, que en ocasiones se han vuelto incluso contra las fuerzas israelíes.
Sólo este año han muerto más de 130 palestinos, así como al menos 25 en el lado israelí, lo que al parecer convierte a 2022 en el año más mortífero para los palestinos en Cisjordania desde 2005.