Turquía planea atacar objetivos en el norte de Siria después de completar una operación transfronteriza contra el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Irak, dijo ayer un alto funcionario a Reuters, en represalia por una bomba mortal del fin de semana en Estambul.
Un alto funcionario turco dijo que las amenazas de los militantes kurdos o del Estado Islámico son inaceptables, y añadió que Ankara eliminará las amenazas a lo largo de su frontera meridional "de una manera u otra".
"Siria es un problema de seguridad nacional para Turquía. Ya se está trabajando en ello", dijo el funcionario, hablando bajo condición de anonimato ya que no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación."Hay una operación en curso contra el PKK en Irak. Hay ciertos objetivos en Siria después de que se complete".
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía no hizo ningún comentario inmediato.
Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad de la explosión en la concurrida avenida peatonal; tanto el PKK como las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) dirigidas por los kurdos han negado su participación.
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La policía ha detenido a 50 personas en el marco de la investigación de la explosión, según declaró ayer el ministro de Justicia, Bekir Bozdag, a la agencia estatal Anadolu.
La presunta autora del atentado, una mujer siria llamada Ahlam Albashir, fue detenida a primera hora del lunes en una redada domiciliaria en Estambul.
La Dirección de Seguridad turca dijo el lunes que Albashir había recibido formación para convertirse en agente de inteligencia por parte de una organización terrorista del norte de Siria.
"Las investigaciones confirmaron que había recibido instrucciones para llevar a cabo el atentado por parte del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la ciudad de Ayn Al-Arab [Kobane] en el campo de Alepo, en el norte de Siria", añadió.