El presidente de Túnez, Kais Saied, advirtió ayer de los intentos de algunos partidos de derrocar al Estado, y afirmó que quien lo hace se engaña, añadiendo que su lugar está en los contenedores de basura.
Durante una reunión con la ministra de Medio Ambiente, Leila Chikhaoui, Saied ordenó a la ministra que tomara medidas inmediatas para poner fin a lo que describió como un "desastre medioambiental" en Sfax, en cooperación con las partes responsables.
Saied advirtió de los medios utilizados por algunas partes para inflamar la situación del país, señalando que la acumulación de basura en Sfax creaba un problema medioambiental adicional y agravaba la desastrosa situación medioambiental del lugar.
Hizo hincapié en la unidad del país, señalando que la independencia de algunos grupos locales no afecta a la unidad de Túnez, y que hay que lograr la igualdad de todos en aras del interés público.
LEER: El golpe de Saied hizo retroceder a Túnez