Las medidas adoptadas por el presidente tunecino Kais Saied desde el 25 de julio de 2021 han hecho retroceder al país, declaró ayer el movimiento Ennahda.
"Quien aún no esté convencido, sea de buena intención o no, de que el movimiento del 25 de julio es un golpe de Estado, lo tendrá claro en las próximas semanas", dijo Ali Laarayedh,diputado de Ennahda.
"Lo que se ha conseguido y confirmado desde esa fecha es sólo la obsesión de Saied por el poder y su deseo de expulsar a todos sus rivales y opositores".
Señaló que "la imagen de Túnez se ha distorsionado en los foros internacionales, mientras que la situación de los derechos humanos y los juicios políticos se han intensificado desde el golpe."
"Hay un doble ataque al movimiento Ennahda, a sus líderes y a su presidente por venganza (...) debido a su firme posición sobre el golpe desde que se produjo", añadió Laarayedh.
Desde el 25 de julio de 2021, Túnez atraviesa una grave crisis política después de que Saied impusiera medidas excepcionales, como la destitución del gobierno y el nombramiento de uno nuevo, la disolución del Consejo Judicial Supremo y del Parlamento, la promulgación de leyes por decreto presidencial y la aprobación de una nueva Constitución mediante un referéndum celebrado el 25 de julio de este año.
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