Los servicios de inteligencia de Irán han realizado al menos diez intentos de secuestrar o asesinar a figuras que consideran una amenaza dentro del Reino Unido, según ha revelado el jefe de la inteligencia doméstica británica.
Según la agencia de noticias Reuters, en un discurso pronunciado ayer en la sede londinense de la agencia de inteligencia doméstica británica, el MI5, su director general, Ken McCallum, dijo que sus "agresivos" homólogos iraníes han estado intentando planes no sólo para silenciar a los críticos en casa, sino también en el extranjero, incluido el Reino Unido.
"En su forma más aguda, esto incluye la ambición de secuestrar o incluso matar a individuos británicos o radicados en el Reino Unido percibidos como enemigos del régimen", reveló McCallum, añadiendo que "hemos visto al menos 10 de estas amenazas potenciales sólo desde enero".
Calificando a los servicios de inteligencia iraníes de "adversario sofisticado" dispuesto a emprender "acciones temerarias", dijo que a veces operan utilizando su propio personal o preparando a otros para que trabajen en su nombre. "A veces llevarán a cabo esa acción en países occidentales, a veces tratarán de atraer a personas a otras partes del mundo, incluido el propio Irán".
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Las revelaciones del jefe de los servicios de inteligencia se producen una semana después de que el ministro de Asuntos Exteriores británico, James Cleverly, declarara que había convocado al más alto diplomático iraní para desagraviarle por las supuestas amenazas de Teherán a los periodistas en el Reino Unido, diciéndole que "no toleramos las amenazas a la vida y la intimidación de ningún tipo contra los periodistas, o cualquier individuo, que viva en el Reino Unido".
Los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad iraníes llevan mucho tiempo intentando extender su alcance fuera de su propio país, y el secuestro de críticos y disidentes en países como Turquía se ha convertido en un fenómeno habitual en los últimos años.
Con las continuas protestas en todo Irán contra el presunto papel de la policía en la muerte de una mujer iraní, Teherán se ha mostrado más decidido a aplastar la disidencia, culpando a los países occidentales y a sus servicios de inteligencia como principales instigadores de los disturbios. Ahora, al parecer, Irán ha estado dispuesto a responder un paso más allá al extender, según se informa, sus operaciones directamente a una nación occidental.