Esta vez no fueron las excavadoras ni las balas, sino la lluvia y el viento. El clima mantuvo a las abejas confinadas en sus colmenas en primavera, cuando deberían haber salido a buscar néctar, informa Reuters.
Más de 15 años de bloqueo israelí no han acabado con la apicultura en Gaza. Pero los apicultores dicen que el cambio climático podría hacerlo.
"Este año ha sido el peor para los apicultores de Gaza", afirma Waleed Abu Daqqa, que cuida de las colmenas en la zona oriental del enclave costero palestino. "Han muerto muchas abejas".
Las temperaturas llevan medio siglo aumentando en el territorio, donde 2 millones de palestinos viven bajo un bloqueo económicamente devastador impuesto por Israel y Egipto desde que Hamás tomó el control en 2007.
En los últimos años, el número de colmenas se ha reducido casi a la mitad y la producción de miel bajó a 180 toneladas desde las 400 de hace unos años, dijo Adham Al-Basyouni, funcionario del Ministerio de Agricultura.
Los apicultores y sus abejas han perdido el acceso a tierras agrícolas de primera calidad, arrasadas cerca de las fronteras de la franja. El bloqueo y las seis guerras entre los manifestantes e Israel han dificultado y encarecido la importación de suministros.
Y ahora, el "factor principal" que provoca la crisis de las abejas es el cambio climático causado por el calentamiento global, dijo Baysouni. Este año, en Gaza, ese clima imprevisible trajo consigo una ola de frío fuera de temporada. Pocos gazatíes tenían el tipo de colmenas adecuado para soportarlo.
"Fuimos testigos de repetidas tormentas de lluvia, que obligaron a las abejas a permanecer dentro de las colmenas, y se alimentaron de lo que había dentro, lo que provocó una escasa producción", dijo.
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Las abejas y otros polinizadores son vitales para la agricultura y la vida silvestre en todo el mundo, y el impacto del cambio climático es un problema global.
"Los cambios radicales de temperatura, las sequías y las inundaciones están alterando las áreas de distribución nativas de los polinizadores, haciendo que los ecosistemas sean inadecuados para los procesos necesarios para mantener las poblaciones, como la hibernación durante el invierno, el establecimiento de nidos en primavera y la reproducción", escribieron las investigadoras de abejas Diana Cox-Foster y Gloria DeGrandi-Hoffman, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Ratib Sammour, ingeniero agrónomo y apicultor gazatí, ha creado un exitoso negocio de venta de productos sanitarios a partir de abejas y de tratamiento de pacientes con picaduras de abeja, conocido como apiterapia. Ahora, está en peligro. No sólo ha disminuido la producción de miel sino, con ella, la cantidad de otros productos como la jalea real, el polen de abeja, el veneno de abeja y el pegamento de abeja conocido como propóleo.
"Cuando la cantidad de abejas empezó a disminuir se reflejó en nosotros", dijo.