Los grupos armados de la resistencia palestina en la Franja de Gaza han declarado el "estado de alerta" tras dos explosiones ocurridas hoy en Jerusalén Occidental, en previsión de una posible acción militar israelí en el territorio asediado como respuesta al incidente.
Dos explosiones separadas se produjeron con media hora de diferencia en una estación de autobuses de Jerusalén Occidental, matando a un adolescente israelí e hiriendo al menos a otras 22 personas. Ningún grupo reivindicó la autoría de los atentados.
Según un combatiente del grupo de Resistencia Palestina, Hamás, que habló con el medio de comunicación londinense The New Arab, la Resistencia en el enclave costero asediado "adoptó medidas de seguridad sin precedentes, así como convocó a todos los combatientes para que estuvieran preparados para cualquier emergencia".
Aunque no ha recibido ninguna información que confirme que "el enemigo israelí vaya a atacar Gaza", el combatiente subrayó que "los acontecimientos sobre el terreno nos empujan a estar preparados para cualquier locura israelí que pueda cometerse contra nuestro pueblo".
LEER: Israel teme la aparición de "herederos de la Guarida de los Leones"
Dado que Hamás ha puesto a su personal en estado de alerta, reiteró que "la Resistencia está dispuesta a participar en una nueva guerra a gran escala con Israel" en caso de un nuevo bombardeo israelí sobre la Franja.
A pesar de no reivindicar la autoría de las explosiones, un portavoz de Hamás las calificó de "operaciones heroicas" e insistió en que "fueron una respuesta natural a los interminables crímenes y violaciones israelíes en Jerusalén, el recinto de la mezquita de Al-Aqsa y la Cisjordania ocupada".
El grupo, la Yihad Islámica Palestina (PIJ), también declaró en respuesta que "el pueblo palestino posee una fuerte voluntad y está dispuesto a hacer cualquier cosa para proteger su tierra y sus santos". En una declaración a la prensa, el portavoz de la PIJ, Daoud Shehab, dijo que los palestinos "no se quedarán de brazos cruzados ante la formación de una nueva coalición gubernamental que sitúa los asentamientos, la judaización y la agresión en lo más alto de sus prioridades, y se esfuerza por devorar lo que queda de la tierra palestina".
En cuanto a las autoridades israelíes, al parecer sospechan que una célula militante de Jerusalén Este llevó a cabo el atentado. Los medios de comunicación y los funcionarios de seguridad israelíes, por su parte, creen que Hamás estuvo detrás de la financiación y la ejecución de las explosiones.