Un grupo palestino de derechos humanos ha emprendido acciones legales contra el Centro de Información y Documentación de Israel (CIDI) por publicar contenidos que amparan las políticas del gobierno israelí y fomentan la hostilidad hacia las organizaciones de la sociedad civil palestina que documentan las violaciones de los derechos israelíes.
Shawan Jabarin, director general del grupo de derechos humanos Al-Haq, presentó ayer la denuncia ante la Fiscalía de los Países Bajos para responsabilizar al CIDI por calumnias e injurias debido a los tres artículos publicados en el sitio web del CIDI en mayo y junio de 2022.
En un comunicado de prensa, Al-Haq explicó que esta acción legal consta de dos pasos, en los que se emitirá una notificación de responsabilidad a CIDI ordenándole que retire y rectifique los tres artículos, que contienen múltiples acusaciones difamatorias y errores de hecho.
Los artículos afirman que Al-Haq está implicado en el terrorismo, lo que Al-Haq describe como "una acusación grave y jurídicamente comparable a la complicidad en un asesinato".
Además, Al-Haq ha encontrado decenas de otros artículos publicados por el CIDI durante los últimos años, que considera que incitan al acoso contra las organizaciones de la sociedad civil palestina y deslegitiman su labor de defensa de los derechos humanos y de responsabilización de Israel por las graves y sistemáticas violaciones del derecho internacional, incluidos los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad.
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Al-Haq advirtió que el CIDI está fomentando en la práctica la agresiva campaña dirigida por el gobierno israelí destinada a silenciar a la sociedad civil palestina y a los defensores de los derechos humanos.
La organización de derechos humanos encargó a la abogada holandesa Brechtje Vossenberg que procesara a CIDI, una organización de presión con sede en los Países Bajos.
Esto se produce después de que Al-Haq dijera el mes pasado a un grupo de expertos de la ONU que había sido objeto de amenazas y "métodos mafiosos" durante una campaña de acoso organizada por Israel para silenciar a los grupos que documentan supuestas violaciones de derechos israelíes, informa Reuters.
Israel rechazó el proceso supervisado por el panel como una farsa, mientras que declinó hacer comentarios sobre las acusaciones específicas.