Altos funcionarios estadounidenses están más cerca que nunca de considerar la ocupación de Israel como un apartheid. En la comunidad internacional de derechos humanos existe un consenso total sobre la práctica del crimen de apartheid por parte de Israel. Pero hasta ahora ningún gobierno occidental ha respaldado las conclusiones de Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), dos grupos en los que Washington suele confiar para calibrar los abusos de los derechos humanos en todo el mundo.
En las frenéticas discusiones en curso entre Washington y Tel Aviv sobre la formación del gobierno israelí de extrema derecha, se advirtió al Estado ocupante que una situación en la que el control de la ocupación israelí de Cisjordania se considerara apartheid estaba ahora "más cerca y era más real que nunca". El comentario se hizo en respuesta al traspaso de la Administración Civil de la Cisjordania ocupada al jefe del Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich.
Los detalles de las conversaciones a puerta cerrada fueron informados por Haaretz. Según el periódico israelí, los estadounidenses siguen con preocupación los informes sobre las conversaciones de la coalición, tratando de entender cómo se comportará el próximo gobierno en relación con Cisjordania. En las últimas semanas, los estadounidenses han advertido del peligro de transferir la autoridad para actuar en Cisjordania del Ministerio de Defensa a otros departamentos. Advirtieron a Israel de que esa medida se interpretaría como una anexión unilateral.
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Una anexión que mantendría a los palestinos en un estatus inferior y equivaldría a practicar un régimen de apartheid, según dicen los funcionarios estadounidenses. Un alto funcionario israelí que estaba al tanto de las conversaciones evaluó que una situación en la que el control israelí de Cisjordania sería visto como un apartheid estaba ahora "más cerca y más real que nunca".
La anexión por parte de Israel sería vista como una bofetada en la cara por parte de Washington, lo que podría conducir a un importante deterioro de las relaciones entre ambos estados y perjudicar la preparación de Israel para atacar a Irán. También se discutió el riesgo de que la Autoridad Palestina (AP) se derrumbe, así como la posible consecuencia de que Israel asuma la responsabilidad de toda Cisjordania.
La semana pasada se acusó al primer ministro designado de Israel, Benjamín Netanyahu, de romper el acuerdo con los países árabes que normalizó las relaciones con el Estado de ocupación durante las actuales negociaciones de la coalición. Renegando de los "Acuerdos de Abraham", Netanyahu autorizó la "anexión suave" de la Cisjordania ocupada.
La advertencia de los funcionarios estadounidenses a sus homólogos de Tel Aviv se produce en medio de la creciente desafección de la comunidad judía estadounidense por el abrazo de Israel a la extrema derecha, que es un anatema para los valores de la mayoría de los judíos del mundo. Muchos se preguntan "¿Por qué molestarse con Israel?".
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