Irán ha negado que vaya a suprimir la llamada "policía de la moral" del país, después de que el fiscal general, Mohammad Jaafar Montazeri, indicara que la controvertida oficina "había sido cerrada" tras meses de protestas.
En declaraciones realizadas el sábado, Montazeri subrayó que la fuerza de la moralidad "no tiene nada que ver" con la judicatura del país, sino que ésta "sigue controlando las acciones de comportamiento a nivel comunitario".
Las declaraciones de Montazeri se produjeron en respuesta a una pregunta sobre los motivos por los que la policía de la moralidad ha sido "clausurada".
Las protestas estallaron en septiembre tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, de 22 años. Había sido detenida por la policía de la moral en Teherán por supuesto incumplimiento del código de vestimenta iraní.
En los últimos meses, la policía de la moral ha estado ausente de las calles de Teherán y de otras grandes ciudades.