Marruecos acogió el lunes una conferencia sobre educación y coexistencia en la que participaron Israel y países árabes, a pesar de las protestas populares.
Organizada por la Iniciativa N7, que pretende ampliar y profundizar la normalización entre Israel y sus vecinos árabes, la conferencia, de tres días de duración, contó con la participación de representantes de Sudán, Jordania, Bahréin, EAU, Estados Unidos e Israel.
"Desde los Acuerdos de Abraham, los avances en las relaciones bilaterales árabe-israelíes han sido impresionantes", declaró Daniel Shapiro, director de la Iniciativa N7 y ex embajador de Estados Unidos en Israel.
"Ahora este progreso debe ir acompañado de la creación de programas e instituciones multilaterales que conduzcan a una integración regional real, y a mostrar los beneficios de la normalización a los ciudadanos de estos países", añadió.
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En su intervención en la conferencia, William Wechsler, director senior del Centro Rafik Hariri y de Programas para Oriente Medio del Consejo Atlántico, afirmó que los gobiernos de la región y la administración estadounidense consideran la Iniciativa N7 un "socio clave".
"Es importante para el futuro de la normalización que las generaciones más jóvenes de la región interactúen y aprendan unas de otras", añadió.
Israel y Marruecos anunciaron la reanudación de sus relaciones diplomáticas en diciembre de 2020, tras su suspensión en 2000. Marruecos se convierte así en el cuarto país árabe que normaliza sus lazos con el Estado ocupante de Israel, tras EAU, Bahréin y Sudán.
Organismos y partidos marroquíes han rechazado categóricamente la normalización de relaciones con Israel y han celebrado numerosas protestas contra la medida.