El ministro israelí de Finanzas, Avigdor Lieberman, pidió el martes que se cancelaran las credenciales de prensa y la licencia operativa de la cadena Al Jazeera para que no pueda trabajar en el Estado de ocupación. El político de extrema derecha hizo su llamamiento en respuesta a la presentación por parte de la cadena de un escrito ante la Corte Penal Internacional sobre el asesinato de la periodista Shireen Abu Akleh a manos de un soldado israelí en mayo.
"Es completamente inaceptable que Al Jazeera demande a Israel y nos dé lecciones de moralidad", tuiteó Lieberman. "No es lógico que este organismo tenga derecho a emitir desde Israel. Pido a la Oficina de Prensa del Gobierno que revoque las tarjetas de prensa de todos los reporteros de Al Jazeera en territorio israelí."
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El líder del partido Otzma Yehudit, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, calificó a Al Jazeera de máquina de "propaganda" y pidió la expulsión de sus reporteros. "La cadena Al Jazeera no sólo cubre las noticias de forma antisemita, distorsiona la verdad y publica mentiras, sino que también trabaja contra el Estado de Israel en todo el mundo", declaró el diputado a Jewish Press. "Esta red de propaganda debe ser expulsada del país y no se le debe dar la oportunidad de continuar con su campaña anti-Israel de mentiras".
El primer ministro israelí saliente, Yair Lapid, dijo anteriormente que no permitirá que nadie interrogue a soldados israelíes. "Nadie interrogará a soldados de las FDI", dijo. "Nadie investigará a soldados de las FDI y nadie nos predicará sobre la moral en la guerra, desde luego no Al Jazeera".
La demanda ante la CPI incluye "nuevas pruebas aportadas por testigos y grabaciones de vídeo que demuestran claramente que las Fuerzas de Ocupación israelíes dispararon directamente contra Abu Akleh y sus compañeros", declaró Al Jazeera el martes. "Las pruebas presentadas a la Fiscalía confirman, sin lugar a dudas, que no hubo disparos en la zona en la que se encontraba Shireen, salvo que las IOF dispararon directamente contra ella".