En el 30 aniversario de la demolición de la histórica mezquita india de Babri por extremistas hindúes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán instó el martes a la comunidad internacional y a la ONU a desempeñar un papel en la preservación del patrimonio islámico indio amenazado por el hindutva, que defiende el partido gobernante BJP.
"El gobierno indio debe garantizar la seguridad y la protección de las minorías, en particular de los musulmanes, y de sus lugares de culto", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
"La ocasión es un triste recordatorio del creciente frenesí antimusulmán en India desde entonces", añadió.
"Condenamos la construcción en curso de un templo hindú en el lugar de la mezquita demolida, y la absolución de los criminales responsables de su destrucción".
La famosa mezquita Babri de Ayodhya se construyó en el siglo XVI por orden del primer emperador mogol, Babur. Sin embargo, en 1992 fue destruida ladrillo a ladrillo por fanáticos hindúes que, utilizando hachas y martillos, afirmaban que el lugar era el lugar de nacimiento de su deidad Rama.
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En la actualidad se está construyendo un gran templo hindú en el mismo lugar, tras una controvertida sentencia del Tribunal Supremo que lo autoriza. Se espera que esté terminado en 2024.
El incidente se consideró un punto de inflexión en la política india contemporánea y allanó el camino para una mayor aceptación del nacionalismo hindú de línea dura. Según un informe publicado en octubre por The Guardian, hay más lugares del patrimonio islámico amenazados, como la mezquita Shamsi Jama Masjid, de 800 años de antigüedad, en Uttar Pradesh. En consonancia con los objetivos del BJP de reescribir la historia de la India, la destrucción de mezquitas para reconstruir templos hindúes supuestamente destruidos ha servido de poderosa propaganda.
En mayo, un alto dirigente del BJP afirmó que los mogoles habían destruido 36.000 templos hindúes y que ellos "recuperarían todos esos templos uno por uno". En 2017, Vinay Katiyar, que entonces era miembro del Rajya Sabha del BJP, afirmó que el Taj Mahal, que es una de las siete maravillas modernas del mundo y fue construido bajo las órdenes del gobernante mogol Shah Jahan, era originalmente un templo hindú.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán también advirtió de que los extremistas hindúes exigían la conversión de más mezquitas en templos, incluida la mezquita de Gyanvapi, en Benarés.
"Estas exigencias podrían provocar más tragedias como la de la mezquita de Babri", advirtió.