Irán ejecutó el lunes otra condena a muerte relacionada con las protestas que han tenido lugar en el país desde mediados de septiembre tras el asesinato de Mahsa Amini bajo custodia policial.
Según la agencia de noticias Mizan, las autoridades ejecutaron a Majidreza Rahnvard en público en la ciudad de Mashhad. Había sido acusado de matar a dos miembros de las fuerzas Basij durante su participación en las manifestaciones, y fue ejecutado sólo 23 días después de su detención. Según fuentes citadas por la agencia de noticias Iran International, Rahnvard no tuvo la oportunidad de contratar a un abogado ni de defenderse ante el tribunal.
Las autoridades iraníes llevaron a cabo la primera ejecución relacionada con las protestas hace cuatro días, cuando murió Mohsen Shakari. En el norte de Irán, los estudiantes de la Universidad de Damghan colgaron sogas de los árboles de la universidad para protestar contra la ejecución.
Ahora ha aumentado el temor ante la posibilidad de que Mahan Sadrat Marni sea ejecutado por ser un "luchador". El abogado de Marni, Abbas Musavi, expresó su esperanza de que el presidente del poder judicial detenga la ejecución de la sentencia.
Según Mousavi, Marni no era un combatiente porque no poseía armas. La sentencia dictada por el Tribunal Revolucionario se basaba en la denuncia de dos personas, que la han retirado explícitamente.
Mientras tanto, la muerte de un universitario iraní en un incendio declarado en el interior de la Facultad de Química de la Universidad de Isfahan ha desatado protestas generalizadas en otras universidades del país. Los estudiantes han declarado que habían advertido muchas veces de que el laboratorio donde se produjo el incendio no era seguro. Colocaron flores en las escaleras de la universidad en memoria de Hossein Moradi, el estudiante que perdió la vida en el incendio.
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