Naciones Unidas y sus socios lanzaron ayer un Plan de Respuesta Humanitaria para Sudán por valor de 1.700 millones de dólares, destinado a cubrir las necesidades de unos 6,8 millones de personas vulnerables en 2023.
En su llamamiento, la ONU señaló que el país se enfrenta a una serie de retos, como conflictos armados, catástrofes naturales, brotes de enfermedades y declive económico.
El Coordinador Residente y Coordinador Humanitario de las Naciones Unidas para Sudán, Khardiata Lo N'Diaye, afirmó que uno de cada tres sudaneses necesita asistencia vital, y añadió que más de tres millones de desplazados se encuentran actualmente en zonas de conflicto armado, especialmente en Darfur y el Nilo Azul, señalando que la mayoría de los desplazados son mujeres y niños.
El responsable de la ONU señaló que la oleada de inundaciones que afectó este año a amplias zonas del país ha incrementado el número de personas que necesitan ayuda humanitaria, que es el más alto en una década, dado el aumento mundial de los precios de los productos básicos y el descenso de la producción agrícola este año.
Por su parte, el Comisionado para la Ayuda Humanitaria en Sudán, Najm El-Din Musa, afirmó que los retos a los que se enfrenta el país se ven agravados por la subida de los precios mundiales y el cambio climático, además de la aplicación de los acuerdos de paz.
Señaló que las autoridades sudanesas han elaborado un plan nacional para proteger a la población civil en la región de Darfur.
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