El Ministerio del Interior israelí se negó a conceder la residencia a 13.000 palestinos residentes en Jerusalén desde 1995 hasta la actualidad, según un informe publicado hoy por Haaretz.
Las autoridades de ocupación alegaron que el centro de vida de estos palestinos ya no era Jerusalén, sino el extranjero o Cisjordania ocupada.
En los últimos años, organizaciones de derechos humanos han presentado recursos ante el Tribunal Supremo israelí contra el Ministerio del Interior en nombre de muchos habitantes de Jerusalén a los que se ha denegado la residencia o se les ha despojado de ella. En todas sus decisiones, el Tribunal Supremo ha declarado que los palestinos de Jerusalén son población autóctona con derechos y no deben ser tratados como inmigrantes, pero a pesar de ello, el ministerio continúa con su política de quitarles los permisos de residencia y expulsarlos.
VIDEO: "Alerta roja" por contaminación atmosférica en Teherán
El periódico considera que la deportación ayer a Francia del abogado Salah Hamouri, jerosolimitano que posee la ciudadanía francesa, es un mensaje de advertencia de Israel a los palestinos que residen en la ciudad, de que si no se someten a su autoridad, se les privará de la residencia permanente.
El periódico señala que las autoridades israelíes de ocupación se sienten suficientemente seguras en el plano político, internacional y de seguridad, para utilizar diversas formas de opresión y disuasión contra los palestinos.