El ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, declaró ayer que París había resuelto los problemas de visados con Argelia.
Darmanin declaró a la prensa en la capital argelina, Argel, que las relaciones consulares franco-argelinas "volverán a la normalidad". Sus declaraciones se produjeron tras una reunión con su homólogo argelino, Brahim Merad, durante un viaje oficial de tres días al país norteafricano.
En octubre de 2021, París dijo que "reduciría significativamente" el número de visados concedidos a ciudadanos argelinos, marroquíes y tunecinos, alegando que se debía a la negativa de los gobiernos norteafricanos a proporcionar permisos consulares para que sus ciudadanos fueran expulsados de Francia.
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El permiso consular en cuestión es un documento que expide un consulado a un inmigrante irregular para permitirle regresar a su país de origen sin pasaporte válido. Se concede después de que las autoridades diplomáticas locales confirmen la nacionalidad de la persona.
Según los medios de comunicación franceses, entre enero y julio de 2021 se emitieron 7.731 órdenes de expulsión contra ciudadanos argelinos, 597 de los cuales fueron detenidos, mientras que las autoridades argelinas firmaron permisos consulares para el regreso de 31 de ellos.
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