Egipto está retrasando la aplicación de un acuerdo para ceder a Arabia Saudí dos islas estratégicas del Mar Rojo, sólo una semana antes de la fecha prevista, en medio de continuos desacuerdos con Estados Unidos.
En lo que aparentemente supuso un importante logro en política exterior en Oriente Medio para la administración del presidente Joe Biden, se acordó durante su visita a Israel y Arabia Saudí en julio que las fuerzas de mantenimiento de la paz estadounidenses abandonarían las islas y que las cámaras sustituirían su presencia hasta que el reino asumiera la soberanía.
Aunque los observadores multinacionales liderados por Estados Unidos deben abandonar las islas a finales de diciembre, funcionarios israelíes que hablaron con el medio de noticias Axios han revelado que el acuerdo no se aplicará en esa fecha debido a las reservas de la parte egipcia. Según se informa, esas reservas planteadas en las últimas semanas son en su mayoría de carácter técnico, incluidas las relativas a la instalación de cámaras en las islas.
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Las reservas y supuestas preocupaciones egipcias fueron, según las fuentes anónimas estadounidenses e israelíes, planteadas la semana pasada cuando el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se reunió con el presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, durante la visita de este último a Washington para la cumbre Estados Unidos-África.
Se cree que El Cairo está retrasando el acuerdo debido a los continuos problemas bilaterales que mantiene con Washington, uno de los principales de los cuales incluye una disminución de la ayuda militar estadounidense a Egipto debido a las preocupaciones sobre los derechos humanos en relación con el gobierno de Sisi.
En los últimos dos años, el gobierno de Biden ha congelado en dos ocasiones el 10% de los aproximadamente 1.300 millones de dólares de ayuda militar que asigna anualmente a Egipto, y en octubre un senador estadounidense bloqueó otros 75 millones de dólares.
El retraso en la aplicación del acuerdo por parte egipcia se considera, por tanto, un intento de presionar a la administración Biden para que libere esos fondos y cumpla otras exigencias.