Las autoridades de ocupación israelíes han intensificado la presión sobre los palestinos de Cisjordania que se trasladan a Gaza para que firmen un compromiso de no regresar a sus hogares, según ha revelado el diario israelí Haaretz.
Esta práctica, según Haaretz, ha cobrado fuerza en los últimos diez años, señalando que ha cambiado para siempre la vida de las personas afectadas.
Relata el caso de Ula Baka, de 42 años, que nació en la ciudad cisjordana de Naplusa y se trasladó a Gaza para fundar allí una familia con su marido.
Cuando atravesó el paso fronterizo de Erez en dirección a la Franja de Gaza, le pidieron que firmara un documento llamado "declaración de asentamiento en Gaza", sin saber que habría cambiado su vida para siempre.
Baka no fue el único caso, según Haaretz; formaba parte de un nuevo enfoque sistemático de revocar la residencia a los palestinos de Cisjordania que se casaban con sus cónyuges de la Franja de Gaza.
Haaretz informó de que Baka no sabía que no volvería a Cisjordania, donde nació al firmar la declaración.
En agosto, la pareja decidió que Baka y sus hijos se irían a vivir con la familia de ella a Cisjordania y su marido se quedaría en Gaza.
Al mismo tiempo, el hermano de Baka, que vive en Cisjordania, enfermó de cáncer y ella decidió verlo después de 20 años sin visitarlo.
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Baka solicitó trasladarse de Gaza a Cisjordania, pero, según Haaretz, su solicitud sólo fue aprobada tras la muerte de su hermano; entonces aprovechó la aprobación para hacer una visita de condolencia a la familia.
Una vez finalizada la visita, Baka quiso regresar a Gaza. En el paso fronterizo de Erez le pidieron que firmara la declaración de asentamiento en Gaza o que regresara a Nablús.
"La presión sobre mí era increíble", dijo a Haaretz. "Me dijeron que sólo tenía dos opciones, así o no. ¿Qué se suponía que debía hacer? Tengo un hijo enfermo en Gaza y me necesita", dijo.
El grupo de derechos humanos Gisha - Centro Legal para la Libertad de Movimiento dijo a Haaretz que ha tratado al menos 80 casos similares desde 2010.
Afirmó que firmar el documento significa renunciar a su derecho a regresar a Cisjordania para vivir en el futuro, y muchas personas no lo saben cuando lo firman.
Gisha señaló en un informe que el protocolo se introdujo hace más de una década y que desde 2019 se aplica de forma más sistemática.
En varios recursos presentados por Gisha, el tribunal dictaminó que se permitiera a los recurrentes regresar a Cisjordania, a pesar de haber firmado la declaración.