Las fuerzas de ocupación israelíes demolieron 950 viviendas palestinas y confiscaron más de 113.000 dunams (113 kilómetros cuadrados) de tierra en 2022, en un intento de ampliar los asentamientos ilegales exclusivamente judíos en la Cisjordania ocupada y Jerusalén Oriental, según informó un centro de investigación palestino.
El Centro de Investigación de la Tierra, que opera en Palestina, señaló en su informe anual sobre "Violaciones israelíes contra los derechos palestinos a la tierra y la vivienda para 2022" que las fuerzas israelíes también han incendiado, arrasado o atacado 18.900 árboles, la mayoría de ellos olivos.
El informe señalaba que 65 de las viviendas fueron demolidas por sus propietarios bajo las órdenes de las fuerzas de ocupación israelíes.
LEER: La comunidad internacional silencia los detalles del extremismo de Israel
También fueron arrasados unos 66 pozos, además de 3.707 dunums (3,7 kilómetros cuadrados) de tierra y pastos.
"La ocupación israelí emitió 114 nuevos planes de asentamientos en tierras palestinas, e inició la construcción en más de la mitad de ellos y construyó unas 2.220 nuevas viviendas para los colonos", añadió.
El centro palestino advirtió de que todas estas medidas confirman que el gobierno israelí ha decidido destruir todos los acuerdos e imponer nuevas realidades sobre el terreno, haciendo imposible alcanzar la solución de los dos Estados.