Más de 3.000 palestinos han sido detenidos por las fuerzas de ocupación israelíes en 2022, en el marco de lo que la ocupación ha denominado operación "Romper las olas".
También se cerraron unos 14 talleres de armas y se incautaron 500 armas, según afirman las fuerzas de ocupación. Arab48 había informado de que también se habían robado 2,8 millones de shekels (0,8 millones de dólares).
Se produce en medio de un aumento de los ataques de colonos israelíes en Cisjordania ocupada durante los últimos meses, en los que en ocasiones los colonos ilegales se han vuelto incluso contra las fuerzas israelíes.
Sólo este año han muerto más de 150 palestinos en los territorios ocupados, entre ellos 33 niños. Según la ONU, esto convierte a 2022 en el año más mortífero para los palestinos en Cisjordania desde 2005.
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A principios de este mes, el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, pidió a la ONU que desplegara a su personal en patrullas por la Cisjordania ocupada, dado el creciente número de ataques de colonos y el uso excesivo de la violencia por parte de las fuerzas de ocupación israelíes contra los palestinos durante las redadas nocturnas.
Las incursiones nocturnas del ejército israelí son una práctica casi diaria en Cisjordania ocupada. Israel alega que son esenciales para fines de inteligencia, pero los grupos de derechos humanos han denunciado esta práctica, insistiendo en que el objetivo es oprimir e intimidar a la población palestina y aumentar el control del Estado.
Al igual que los puestos de control militar y el ilegal Muro de Separación, insisten los críticos, las redadas forman parte del ADN del Estado del Apartheid.
Un informe publicado el mes pasado por el Club de Presos Palestinos (PPC), reveló que la ocupación israelí había emitido 1.829 órdenes de detención administrativa; deteniendo a palestinos sin cargos ni juicio.
Según el informe, el mayor número de detenidos se registró en Jerusalén, donde se detuvo a 2.700 palestinos.
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