Organizaciones no gubernamentales condenaron el viernes los intentos "escandalosos e ilegales" en Francia de deportar a migrantes a Siria y pidieron al gobierno francés que aclare estas prácticas que violan el derecho internacional.
Los dos intentos se remontan a octubre de 2022, cuando las autoridades del Alto Garona y de la Prefectura de Policía de París, según Amnistía Internacional, La Cimade y Revivre, en un comunicado de prensa conjunto, iniciaron: "gestiones ante la embajada de Siria en Francia, mientras que las relaciones diplomáticas entre Francia y Siria están oficialmente rotas desde marzo de 2012".
Las organizaciones subrayaron que se trata de: "Intentos escandalosos e ilegales en derecho internacional. Nuestras organizaciones piden al gobierno que aclare su postura recordando a las prefecturas las obligaciones internacionales de Francia, que prohíben categóricamente la devolución de una persona a un país donde corre peligro de muerte, tortura y otros malos tratos."
LEER: ¿Saldrá adelante el plan británico de deportación de migrantes?
Manon Fillonnot, responsable de Migración de Amnistía Internacional, expresó: "No habíamos visto esto antes en los últimos años. Resulta chocante que, en un esfuerzo implacable por aplicar las órdenes de abandonar el territorio francés, las autoridades violen el compromiso de Francia de no mantener relaciones diplomáticas con Siria. Es inconcebible que hoy se deporte a nadie a Ucrania".
Las organizaciones subrayaron que, aunque el juez de libertades y detención acabó poniendo en libertad a las dos personas afectadas, la mera incoación del procedimiento al internarlas en centros de detención administrativa constituye una violación: "con pleno conocimiento de causa de las normas internacionales y europeas".
Según las organizaciones, sólo la negativa de la embajada siria a expedir un salvoconducto consular por falta de un documento de identidad válido: "permitió impedir la expulsión solicitada por las autoridades francesas".
"Francia debe declarar públicamente su compromiso con la Convención de Ginebra: Francia no debe detener ni intentar deportar a ninguna persona a un país en el que corra el riesgo de ser sometida a tortura o a tratos inhumanos o degradantes y en el que su vida o su libertad corran peligro", afirmaron los firmantes de la declaración.
Fillonnot señaló que la persecución de personas que regresan a Siria tras haber pedido asilo en el extranjero está "excelentemente documentada".
El viernes, el Ministerio del Interior francés afirmó que: "No hubo ninguna deportación a Siria. A veces es necesario ponerse en contacto con las autoridades sirias a través de las autoridades consulares para verificar la nacionalidad siria de un extranjero irregular que la reclama, en particular, para evitar que todos (...) se aprovechen de la nacionalidad siria para evitar la deportación a sus países de origen."
En una entrevista concedida a Le Monde el pasado noviembre para presentar su proyecto de ley sobre inmigración, el ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, se mostró abierto a conceder un estatuto especial de residencia a los sirios. Explicó: "Sin embargo, hay personas a las que se deniega el asilo y se les expide OQTF, pero que no pueden ser deportadas porque son sirias o afganas, y no tenemos relaciones diplomáticas con Bashar Al-Assad o los talibanes".
Al menos 3.825 personas murieron en Siria en 2022, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Desde su estallido en 2011, el conflicto en Siria ha matado a casi medio millón de personas, ha causado daños masivos en las infraestructuras y la economía y ha obligado a más de la mitad de la población a huir dentro o fuera de Siria.
A menos que se indique lo contrario en el artículo, este trabajo de Middle East Monitor/Monitor de Oriente está bajo licencia Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Si la(s) imagen(es) lleva(n) nuestro crédito, esta licencia también se aplica a ellos. ¿Qué significa esto? Para otros permisos por favor contáctenos. 
