Las iglesias de Jerusalén Este están constantemente preocupadas por el aumento de los ataques extremistas israelíes contra propiedades cristianas en la ciudad.
Funcionarios actuales y anteriores de las iglesias dijeron a la Agencia Anadolu que los frecuentes ataques contra propiedades cristianas terminaban en la mayoría de los casos sin castigar a los autores.
El domingo, extremistas israelíes destruyeron y derribaron 30 tumbas con cruces en un cementerio cristiano perteneciente a la Iglesia Evangélica Episcopal de Jerusalén Este.
"El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí condena el acto de vandalismo en el cementerio protestante del Monte Sión en Jerusalén", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí en un tweet el miércoles.
Historia del asalto
El 27 de diciembre de 2022, decenas de colonos asaltaron la parcela de 5.000 metros cuadrados en Silwan, al sur de la Ciudad Vieja de Jerusalén, bajo protección de la policía israelí.
El Patriarcado Ortodoxo Griego denunció la incursión de los colonos como una "clara usurpación" de sus propiedades en Jerusalén.
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"Este grupo radical no tiene ningún derecho ni respaldo judicial a su favor que les permita entrar u ocupar la tierra", afirmó en un comunicado.
El Patriarcado se refirió al hecho de que, hace dos años, una asociación de asentamientos intentó apoderarse de los hoteles Imperial y Little Petra, situados en la plaza Omar Ibn Al Khattab de la Ciudad Vieja de Jerusalén
Condena a la espera de castigo
El ex obispo de la Iglesia Evangélica Luterana en Tierra Santa, Munib Younan, declaró: "El ataque a un cementerio que cuenta la historia de los luteranos desde el siglo XIX es una prueba del odio de los atacantes".
Durante su entrevista con Anadolu Agency, Younan dijo que el ataque al cementerio "es inaceptable y no sólo debe ser condenado, sino que sus autores también deben ser castigados."
Subrayó que los agresores "pretendían apoderarse de la Puerta de Hebrón mediante la toma de los hoteles Imperial y Petra, lo que conduciría al control de la peregrinación cristiana local e internacional a la Iglesia del Santo Sepulcro en la Ciudad Vieja."
Estrechamiento intencionado
Los recientes ataques no se limitaron a las propiedades de la Iglesia Luterana, sino que también incluyeron las de otras confesiones cristianas, entre ellas las de la Iglesia Ortodoxa Griega.
El portavoz del Patriarcado Ortodoxo Griego, el padre Issa Musleh, declaró: "Los extremistas atacan iglesias y monasterios, igual que atacan la sagrada mezquita de Al Aqsa."
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"Nuestros hermanos musulmanes están expuestos a los mismos ataques que nosotros, nuestra causa es la misma", añadió.
Atribuyó el creciente descenso del número de cristianos en Tierra Santa en parte a que los cristianos se sienten el blanco de los extremistas.
El padre Musleh pidió a los cristianos que regresaran a sus tierras para hacer frente al "ataque de los colonos", señalando que "nos acosan para desplazarnos, pero permaneceremos hasta que se establezca el Estado palestino con Jerusalén como capital".
Musleh dijo que "la presencia de un gobierno de extrema derecha en Israel no nos asusta sólo a nosotros, sino a todo el mundo".
Contra desconocidos
A lo largo de los años, Wadih Abu Nassar, portavoz del Consejo de Jefes de Iglesias Católicas de Jerusalén, junto con las autoridades israelíes, hizo un seguimiento de numerosos atentados.
"No estamos hablando de ataques singulares, sino de decenas de ataques en los últimos años, la mayoría de los cuales se registraron contra desconocidos", señaló.
"Este asunto no puede aceptarse", añadió Abu Nassar. "Deben utilizarse servicios de seguridad avanzados para poner fin a los delitos de odio y llevar a los autores ante la justicia".
Advirtió contra el desarrollo de atentados en el futuro y su transgresión de los cementerios.
"La continuación de los atentados hará creer a sus autores que son intocables, sus ataques no acabarán con los cementerios", señaló Abu Nassar.
También señaló que "los delitos de odio derivan de un problema educativo", y añadió: "Se necesita una solución radical".
Agravantes de los ataques
Abu Nassar narró ejemplos de cómo las autoridades israelíes tratan a la ligera los delitos de odio.
"En el caso del atentado contra la Iglesia de la Gruta de Getsemaní en Jerusalén, el agresor fue detenido y luego declarado anormal", subrayó, explicando: "Las autoridades israelíes se comportan de forma extraña con estos delitos de anormales mentales. Si la agresión se documenta a través de cámaras, las autoridades dicen que los rostros están borrosos, y cuando se detiene a los agresores, siempre son enfermos mentales."
"No descarto que se atente contra la presencia cristiana, según algunos fundamentalistas judíos, el cristiano es un enemigo. Hay dimensiones ideológicas, no sólo políticas, como tampoco descarto el odio entre algunos", añadió.
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